Tuesday, November 1, 2011

Discurso por el mes de la herencia latina

Rodrigo A. Salgado
Washington, 30 de setiembre, 2011.

El mes de la herencia latina es un mes de recuerdo.
Recordamos lo que dejamos atrás.  Tantos recuerdos, tantas vivencias.
Recordamos lo que nuestra familia dejó atrás. O recordamos a la familia que dejamos atrás.  Por supuesto que para eso no es necesario un mes dedicado a la herencia latina.
Recordamos cuando jugábamos fútbol en medio de la calle.  O cuando almorzábamos cada domingo todos juntos.
Pero recordando celebramos.
Y celebramos como se debe.

Yo como mi pupusa, mi taco y mi anticucho.
Yo bailo mi salsa, mi merengue y mi bachata.
Y todo esto es ser latino.

Sueño con el majestuoso cóndor de los Andes.
Y con el pícaro quetzal guatemalteco.
Pienso en el águila real mexicana.
Pero también siento el águila calva, roja, azul y blanca.
Y todo esto también es ser latino.

Yo soy el Inca Atahualpa haciéndole frente a Pizarro.
Soy el azteca Moctezuma haciéndole frente a Cortés.
Soy Maradona metiéndole dos goles a Inglaterra.
Y soy el inmortal Facundo Cabral.
Pero también soy la jueza Sonia Sotomayor llegando a la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Y todo esto es ser latino.

Latino es el agricultor del altiplano boliviano que ara sus tierras de 6 de la mañana a 6 de la tarde.
Latino es el niño colombiano desplazado por unos y otros desalmados armados.
Latino es el adolecente salvadoreño que se pierde en las maras
Y también el que sale de ellas, cuida de su familia y ve a sus hijos crecer.
Pero también es latina la mujer que tiene dos trabajos en Columbia Heights para mantener a sus dos hijos y darles una oportunidad en este mundo

Y ser latino es mucho más que todo eso.
Podemos seguir hablando horas de horas sobre lo que significa ser latino.
Pero al final del día ser latino es mirarnos a los ojos y encontrar esa dulzura y esa calidez que está tan presente en todos nosotros.  Esa dulzura y calidez que veo en sus ojos en este momento.
Hemos llegado a este país a través de distintos caminos.  Unos llegaron buscando un futuro mejor, otros llegaron acompañando a sus familias.  Algunos vinieron por simple inercia, y otros nacieron en este país.  Algunos están aquí para quedarse, y otros planean regresar.
Pero todos, absolutamente todos, seguimos buscando lo que nosotros y nuestras familias buscaban en nuestros países: simplemente ser felices.
Yo llegué a este país hace 5 años, y no ha pasado un solo día sin que recuerde y extrañe mi querido Perú.  Pero sé que a la vuelta de la esquina, y en ocasiones como ésta, puedo ver y sentir un pedazo de mi país en cada uno de ustedes.
Y eso, definitivamente, sí es ser latino.
Muchas gracias.

Thursday, August 4, 2011

El juramento y las reformas constitucionales

Con su juramentación y discurso, el Presidente Humala ha puesto algunas cosas en su sitio.  La constitución de 1979, producto de la Asamblea Constituyente encabezada por Víctor Raúl Haya de La Torre, quien en una muestra de decencia y ejemplo de lo que debe ser la política peruana cobró sólo un sol por sus servicios prestados a la nación, es la que representa la democracia peruana en su esencia.  El documento de 1993, bajo y por el cual Humala y sus vicepresidentes juramentaron el 28 de julio pasado, representa el marco constitucional que rige en nuestro país en este momento.  Esto último NO ha sido puesto en tela de juicio.
Aclaremos algo: el juramento es legal.  El Presidente Humala juró bajo el documento de 1993, lo que uno agregue al juramento depende de cada uno.  En este caso, el Presidente y sus Vicepresidentes lo hicieron por la constitución de 1979 y sus principios.  Omar Chehade agregó la lucha anticorrupción, Marisol Espinoza agregó Piura.
El pasado 28 de julio también nos recordó de lo que nos hemos salvado al no elegir a Keiko Fujimori y a esa agrupación que nos gobernó durante los 90s.  Martha Chávez se pasó todo el discurso presidencial gritando y faltándole el respeto a todos los asistentes a la ceremonia y a todo el Perú.  Por eso ha sido suspendida 120 días sin goce de haber.  Luz Salgado (qué mala fama le hace al apellido), en una muestra de nivel intelectual muy pobre y tino político minúsculo, denunció al salir del congreso que tenemos Presidente y Vicepresidentes de facto, mas no constitucionales.  Resulta hasta cierto punto gracioso que personas que apoyaron el pisoteo de la constitución con el golpe de estado de 1992, y que también lo hicieron con el documento de 1993 (ver “Interpretación auténtica de la constitución”), quieran ahora clamar el respeto de la carta magna.
Sin embargo, todos estos incidentes han desatado un debate, desde mi punto de vista necesario, sobre cambios o reformas necesarias al marco constitucional actual.  Estas reformas, obviamente, no incluyen temas como la reelección presidencial o intervención agresiva de medios de comunicación.  Recordemos que en un comienzo el documento de 1993 sí permitía la reelección, pero esto se reformó bajo el gobierno de transición de Valentín Paniagua.  Además, hasta ahora no ha habido mención o referencia alguna por parte del oficialismo sobre el deseo de incluir este tipo de reformas.  Todo lo contrario: la constitución de 1979, que es admirada y ha sido reivindicada por el oficialismo, era mucho menos presidencialista que el documento del 93, por lo que habría, en realidad, una corriente en dirección opuesta a la que algunos temen.  La última parte de este artículo de “El Comercio” permite iniciar una comparación donde queda claro el tinte presidencialista de la constitución de 1993.  Para una comparación más completa, aquí la constitución de 1979 y aquí el documento de 1993.
¿Cuáles son los temas específicos que se quiere modificar? Ya tenemos algunas luces.  Kurt Burneo ha hablado sobre la necesidad de un debate sobre el artículo 60 del documento de 1993 relacionado al rol subsidiario del Estado.  Aquí su planteamiento.  Javier Diez Canseco agrega el tema de la “revocatoria presidencial y legislativa, la anulación de la inmunidad parlamentaria y la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción”, así como la necesidad de reformas educativas y la declaración del derecho al agua como derecho humano que el Estado debe garantizar.  Según él, estos cambios requieren reformas constitucionales, aquí sus comentarios.  Por último, Aida García Naranjo, ministra de la mujer, y Francisco Eguiguren, ministro de justicia, han resaltado el carácter moral y político detrás de la necesidad de cambiar la constitución.
            Algunas de estas reformas pueden generar un consenso bastante convincente entre los miembros del parlamento y los peruanos de a pie.  Éste es probablemente el caso de la tipificación del derecho al agua como derecho humano y la revocatoria de autoridades.  Otros temas probablemente encuentren una mayor oposición.  La reforma del artículo 60 puede ser uno de estos casos porque tiende a generar un debate ideológico (izquierda vs derecha) además del político (oficialismo vs oposición).  En las siguientes semanas y meses vamos a ver qué tan importante son estos temas para el oficialismo y qué estrategia se va a utilizar para intentar lograr estas reformas.  José Alejandro Godoy ha publicado hoy una columna que da cierta luz en este tema.  En el lado de la oposición queda bastante claro que el fujimorismo va a realizar la oposición del “No a todo”, por lo que el rol de Perú Posible y Alianza por el Gran Cambio (y la nueva agrupación del APRA, Bruce y Reggiardo, en menor medida) va a ser bastante crucial en el congreso.  Que sea lo mejor para el país.

RoD

Tuesday, June 14, 2011

Vi a Mumford and Sons en vivo

Estuve en el concierto de Mumford and Sons hace unos días en el Merriweather Post Pavilion.  Es, sin lugar a dudas, una de las experiencias que nunca voy a olvidar en mi vida.
Soy limeño, y como tal los truenos y rayos me asustan.  Cuando suena fuerte, todavía, después de vivir 5 años en Washington, DC, mi instinto es tirarme al suelo.  Claro que usualmente logro reaccionar antes de que mis piernas se doblen, por lo que el instinto sólo se ve expresado por un gesto de bajar la cabeza.  De esta manera evito hacer el ridículo.  Mi punto se mantiene: NO ME GUSTAN LAS TORMENTAS, ¡já!
El 9 de junio pasó por el Merriweather Post Pavilion una tormenta relativamente intensa entre las 7:30 PM y las 9:10 PM.  De esas que anuncia la llegada del verano en el pantano que es el área de Washington.  Yo estaba en el medio de la explanada.  Mis amigos, tranquilos.  Para ellos mojarse era algo inevitable, y los truenos no daban tanto miedo.  Tampoco les importaba las estatuas de metal que rodeaban la explanada.  Un chapuzón, y a disfrutar de Mumford and Sons a las 9:30 PM.
En la vida, las cosas que uno disfruta más son las que representan cierta dificultad para ser logradas.  Empapado y con la adrenalina en un nivel bastante alto, estos británicos fueron artífices de un momento memorable cuando tocaron esta canción:

Imagínense el minuto 2:40 en vivo y con 20 000 almas coreando.  Duplíquenlo.  Mejor multiplíquenlo por 10.  Eso viví.
Siento que después de la tormenta y la histeria colectiva producto de ella, la valla estaba relativamente baja para la banda.  Igual voy a decir que el concierto fue increíble.  Igual voy a decir que es una de las mejores bandas en vivo que he visto en mi vida (que no son tan pocas).  Igual voy a decir que fue un concierto inolvidable.
Los dejo con otro sus hits.


RoD

Monday, June 13, 2011

El escándalo del indulto

No queda la menor duda de que Alan García y el fujimorismo planean cristalizar su alianza corrupta con un indulto a Alberto Fujimori.
Vamos a dejar una cosa en claro: si Fujimori es realmente un enfermo terminal, y le quedan unos meses de vida, un indulto o una conmutación de pena, o un cambio de régimen hacia un arresto domiciliario, cabría dentro de lo posible.  ¿Por qué? Porque el Estado peruano, que en realidad somos todos los peruanos, debe mostrar humanidad.  Porque, precisamente, lo que nos diferencia a todos los peruanos del dictador, asesino y ladrón de Alberto Fujimori es que somos capaces de apreciar la vida humana y sentirnos como parte de una nación.
Sin embargo, toda la evidencia que tenemos sobre este caso indica que Alan García y el fujimorismo han puesto en marcha un operativo para manipular la opinión pública y justificar un indulto antes del 28 de julio.
Augusto Álvarez Rodrich ha publicado hoy una columna en “La República” en la cual argumenta de manera muy clara porqué todo esto es un “escándalo”.  Incluyo la columna en su totalidad no sin antes adicionar una nota: Alan García y la comisión política del APRA dejaron de ser apristas el día que traicionaron la memoria de Víctor Raúl Haya de la Torre y tantos mártires apristas (que dieron su vida por ideales como honestidad, igualdad, hermandad de todos los peruanos, etc)  al pactar con la corrupción y decidir hacer de la mezquindad y el beneficio personal su modus operandi (que los ha llevado a hacer un gobierno sin inclusión social).  Ignoro el momento preciso en que se dio esto, pero contemplo la posibilidad de que, en realidad, nunca fueron apristas.

Incluyo también este video donde la misma Keiko Fujimori dice que su padre está bien de salud hace 10 días.
RoD

Cochín de Huantar
Por Augusto Álvarez Rodrich
Alan García indultaría a Fujimori antes del 28 de julio.
Está en marcha un operativo para indultar a Alberto Fujimori antes de que Alan García deje la Presidencia, el cual será la cereza de la torta del pacto aprofujimorista ejecutado durante este lustro y cuyo monumento conmemorativo es, precisamente, el ‘penal’ de la Diroes.
Varios indicios apuntan a ese desenlace. El último pasó desapercibido el viernes 3 de junio, a solo dos días de la elección, cuando la premier Rosario Fernández publicó la RM Nº 0105-2011-JUS con un relevo en la presidencia de la crucial Comisión de Gracias Presidenciales que debería recomendar el indulto de Alberto Fujimori, designando ahí a Fernanda Ayasta Nassif.
El plan inicial del gobierno era, como lo esbocé hace unos meses en esta columna, que García indultaría a Alberto Fujimori luego del triunfo de su hija, como pago por el pacto aprofujimorista de este quinquenio, incluyendo el apoyo camuflado a dicha candidatura, a cambio de lo cual el actual presidente obtendría protección durante del gobierno siguiente.
Dicho objetivo no se detuvo por el ‘contratiempo’ de la derrota de Fuerza 2011, empezando por la declaración de Alan García de que corresponde el indulto “si es por razones humanitarias, me parece bien; razones humanitarias es cuando una persona está padeciendo una terrible enfermedad, y el sentido humanitario es ponerlo en su casa y hacer que convalezca”.
Coincidentemente, Alberto Fujimori fue trasladado de la Diroes al INEN, lo cual fue filmado y entregado a la prensa para su difusión, junto con la declaración de su médico y congresista, Alejandro Aguinaga, de que su situación “está complicada”.
Coincidentemente también, como globo de ensayo, el congresista aprista José Vargas planteó que “el presidente García podría darle un indulto (a Fujimori), pues la dignidad de la persona humana está por encima de toda consideración”.
Estos son solo algunos indicios de que el presidente García indultaría a Fujimori antes de irse, con argumentos tan previsibles como la salud del preso, la alta votación de su hija, la necesidad de reconciliación política y el hecho de que nadie podría dudar de que su magnanimidad tenga razones subalternas, pues él fue perseguido por el ex presidente hoy condenado a 25 años por –disculpen la franqueza– dictador, ladrón y asesino. Y como no puede haber indultos por delitos de lesa humanidad, Fujimori sería llevado inmediatamente a Japón, antes de cualquier contramarcha, para recibir atención médica.
Los indultos se justifican, sin duda, por un sentido humanitario. Pero el de Fujimori es un escándalo, pues constituye el pago final a una componenda política que le permitió al Apra gobernar con el apoyo fujimorista a cambio de esta gracia presidencial que se concretaría en breve, y de un trato especial en la Diroes, un ‘penal’ que es el monumento a este pacto indecente.

Monday, June 6, 2011

Ayer a las 4

El día de ayer a las 4:01 PM hora peruana, mientras lloraba y me abrazaba con mi hermano  y con mi cuñada, recordé una vez más el porqué me siento tan orgulloso de ser peruano. 
Me siento orgulloso porque con nuestro voto, los peruanos le hemos dicho NO a la corrupción, NO a la impunidad, NO a la dictadura, NO a las violaciones de Derechos Humanos.  Porque una victoria del fujimorismo iba a significar que a nuestro Perú no le importaban todas estas barbaridades.  También iba a significar que personas que le han hecho muchísimo daño a nuestro país iban a regresar al poder sin haber hecho el mínimo intento durante los últimos 11 años de enmendar su error.  No, pedir perdón a 5 semanas de la 2da vuelta no cuenta si todos tus actos y palabras distintos de ese pedido de perdón indican que sigues siendo lo mismo.
Me siento orgulloso porque aunque esta campaña ha sacado lo peor de muchos peruanos: un racismo bastante preocupante, una calificación del voto por Humala como un voto ignorante, unos medios de comunicación parcializados y dispuestos a mentir para favorecer a su candidata; ha prevalecido la cordura y la verdad. 
Me siento orgulloso porque sé que muchos que ven a Ollanta Humala como un riesgo para su economía familiar, decidieron votar por él por dignidad y memoria.  Yo creo que OH los va a sorprender gratamente en los próximos 5 años, pero lo que quiero resaltar es que una nación no se construye con crecimiento económico, sino que se construye sobre las bases de identidad nacional, democracia y valores.  El crecimiento y desarrollo económico, el verdadero, no el que depende de precios internacionales de piedritas, viene como consecuencia del desarrollo de estos tres pilares.
Ollanta Humala, Gana Perú, y todos los peruanos en realidad, tenemos una gran oportunidad en los siguientes 5 años.  Tenemos la oportunidad de convertirnos verdaderamente en una nación.  Tenemos la oportunidad de deshacernos, por fin, de la amenaza de una izquierda arcaica y de una derecha reaccionaria: un buen gobierno de Humala haría que ambos tengan que moverse a posiciones más moderadas si quieren sobrevivir políticamente.
Para lograr esto, Ollanta Humala tiene que actuar con extrema cautela y mucha decisión.  Un gobierno de concertación nacional que garantice el crecimiento económico pero que ponga especial énfasis en la inclusión social (desarrollo económico sostenible) se vuelve extremadamente necesario.  Creo que la gente de Gana Perú tiene esto bien en claro, basta con escuchar a Javier Diez Canseco (ayer a eso de las 8 PM), acaso uno de los personajes más radicales de la alianza, decir que el gobierno de los próximos años debe ser de concertación.
El Perú es un país muy complicado.  Es un país que desde su concepción como tal presenta una riqueza enorme, pero también una desigualdad que causa escalofríos.  Es un país que tiene discotecas, hoteles y malls de lujo, pero también es un país donde cada año mueren decenas de niños de frío: una realidad vergonzosa por lo sencillo de su prevención.  El mensaje que los electores han mandado ayer es que los peruanos queremos ser nación.  Queremos que nuestro gobierno sea limpio de corrupción y que sea inclusivo.
Queda en nosotros hacernos escuchar, sólo es el comienzo.

Tuesday, May 31, 2011

Artículo en el Financial Times sobre las elecciones peruanas

Max Cameron, de la Universidad de British Columbia y Michael McCarthy, de la Universidad de Johns Hopkins han publicado un buen artículo en el Financial Times sobre las elecciones peruanas.  Aquí el artículo.

Humala is the best for democracy in Peru
By Max Cameron and Michael McCarthy

This Sunday, when Peruvians go to the polls to elect a new single-term president, they will be casting their ballots in an echo chamber of analogies.

In politics, analogies can make game changing differences. Saddam Hussein was an Adolf Hitler. Nelson Mandela fathered a new South Africa. Obama represents the Joshua generation.

Sometimes these analogies hit the mark. They can reveal a profound truth by finding a hidden connection. Other times, they are more like card tricks, revealing less than they hide.

The front-runner in the first round of the election, Ollanta Humala, has been compared to Hugo Chávez. According to his critics, he would trample on Peru’s democratic institutions and create a self-perpetuating quasi-dictatorship.

The other candidate, Keiko Fujimori, has been called a Trojan horse who would take Peru back to the decade of the 1990s when her father ruled through a combination of bribery, blackmail, and abuse of power.

These analogies are both true and false.

Humala would not govern like Chávez because conditions in Peru are totally unlike those in Venezuela, which occasioned a system breakdown and paved the way for Chávez’s rise to power in 1998. Peru’s economy has been booming like thunder for a decade and millions have been lifted out of poverty.

No fundamental reversal of the policies that produced this socio-economic change is at issue. Rather, an urgently needed debate over wealth distribution has been stimulated by Humala’s candidacy.

Peru’s economic boom has resulted in a substantial reduction of poverty.

Today about a third of the country is poor, down from half the country a decade ago. But growth has been concentrated in Lima and the coast. In the south and central highlands and in the Amazonian jungle, poverty remains high and a ‘wild west’ approach to natural resource extraction has intensified conflict.

Indigenous Aymara in the highland city of Puno have captured headlines in the midst of the election campaign with protests against plans by Bear Creek, a Canadian miner, to open a silver mine that protestors say would pollute Lake Titicaca. A combination of negative environmental side-effects and a struggle over economic rents generated from these activities could fuel another cycle of violence and repression.

These pressures raise questions about Peru’s political institutions, which are not as robust as those of Chile and Uruguay, for example, often praised as poster children for democracy in the region. But the sky is not falling. A major collapse that would create an environment fertile for a ‘salve patria’ mission is unlikely.

To make Chávez-like changes, Humala would need a huge coalition hungry for major political transformation. This he does not have.

Moreover, one of Chávez’s most vocal critics in the region, Mario Vargas Llosa, is now supporting Humala.
He and other liberal intellectuals, including his son Alvaro, could convince undecided moderate voters that a Keiko presidency would not be compatible with democracy.

Their support for Humala stems from two factors: Humala’s move to the center and pledge to respect Peru’s democratic rules; and the direct connection that exists between Keiko and her father Alberto Fujimori, the former president who wielded power ruthlessly and arbitrarily in the 1990s.

Keiko was part of her father’s government, if only as “first lady” (a stand-in role that she assumed after her mother was brutally mistreated by her father). She has not repudiated her father’s policies, and we suspect she would release him from prison where he is serving a 25 year sentence for corruption and crimes against humanity. In fact, her campaign appears to have been run, in part, out of the penitentiary where father Fujimori is incarcerated.

Critics say the very same dirty tricks he used to perpetuate himself in power have been used in her campaign.

When a journalist in one of two pro-Humala newspapers revealed that the Peruvian military intelligence service was engaged in dirty tricks to support her campaign, the editor received a funereal bouquet. Another newspaper that is more sympathetic to Humala was purchased on masse to prevent circulation in certain districts of Lima. Much of the media is heavily biased against Humala, abandoning any pretense to neutrality in news reporting.

If she pardoned her father and attacked the judges who put him behind bars there is a danger that the entire mafia that ran the judiciary and armed forces, and which was never entirely purged by previous governments, would be reactivated.

Then there is the key matter of powerful interests and checks and balances, the main reason she represents by far the greater danger to Peru’s democracy.

Keiko has few incentives to govern democratically, while Humala faces constraints that may force him to govern democratically.

She would govern with the collaboration of powerful de facto interests – big business, the media, the armed forces, the most socially conservative forces within the Catholic and evangelical churches, and much of the political establishment – which would be all too pleased to watch as she imposed a “mano dura” (or iron fist) on crime and dissent, applied band-aide solutions for poverty, and asked for kickbacks in exchange for continuing “open for business” economic policies.

Humala, on the other hand, would be hemmed in on every corner. A hostile business community, rabidly critical media, nervous armed force, and all the corrupt office holders in congress, the courts and the judiciary would do everything possible to keep him off balance. The only way for him to govern would be to take the higher ground and rule democratically, since the legitimacy of his right to rule would not be backed by Peru’s powerful private actors.

All this tells us that Peru has a long way to go before it becomes a stable democracy with good governance and laws. For these ‘democratic consolidation’ strides to be taken, powerful actors will have to lose power.

Convincing elites that such a recalibration is a positive sum game will be difficult. But if Peru’s elites were to look east, across the Andes to Brazil, they would find inspiration from an elite that learned a worker’s political party headed by a worker could be good for business, good for democracy, and good for the welfare of society.

As the region’s weathering of the Great Recession shows, the Latin American left can be quite good for domestic and international business. Indeed, these elections, beyond determining the future trajectory of Peru, hold major implications for the ‘growth with equity’ development model.

An Humala presidency would broaden the reach of that social democratic model. A Keiko presidency would damage democracy and pay lip service to equity while growing the fortunes of the rich even more.

The bigger danger is not that Humala would reveal himself to be a wolf in sheep’s skin. It is, we fear, that he would turn out be like Obama: that he would come to power and find himself able to do very little to address his country’s deeper structural problems.

Max Cameron, a Peru specialist, is Professor of Political Science in the Center for the Study of Democratic Institutions at the University of British Columbia. Michael Marx McCarthy is a doctoral candidate in political science at Johns Hopkins University.

Thursday, May 26, 2011

Una mentira más, gracias Rafael Rey

Hace dos días salió Rafael Rey dando una entrevista en “Buenos Días Perú” mostrando el libro escrito por Ollanta Humala, leyendo un pasaje del mismo, y diciendo que en el libro Ollanta Humala defiende la calificación de Sendero Luminoso como “fuerza beligerante” y no como grupo terrorista.  Aquí se puede ver el video, por supuesto en el diario Perú21.  Hoy Rafael Rey publica una columna en (qué novedad) el diario Correo, afirmando, de nuevo, que OH defiende la calificación de SL como “fuerza beligerante”.  Aquí la columna.  Esta afirmación es falsa y es un ejemplo perfecto de la clase de política que hace el fujimorismo.
Veamos el párrafo que Rafael Rey usa para hacer esta afirmación:
(…) el Estado peruano, por medio de sus gobiernos de turno, jamás le dio a Sendero Luminoso (SL) la categoría de fuerza regular o fuerza beligerante y, por lo tanto, el propio Estado peruano le negó el tratamiento decoroso conforme lo dispone el Derecho Internacional Humanitario. Todo lo contrario, le dio la categoría de simples 'delincuentes terroristas’.  (Página 55, según Rafael Rey)
Analicemos el párrafo separando sus oraciones.
1) “El Estado peruano, por medio de sus gobiernos de turno, jamás le dio a Sendero Luminoso la categoría de fuerza regular o fuerza beligerante”: Esta afirmación es cierta, nadie la discute.  Efectivamente, el Estado peruano nunca le dio categoría de fuerza regular o fuerza beligerante.
2) “por lo tanto, el propio Estado peruano le negó tratamiento decoroso conforme lo dispone el Derecho Internacional Humanitario”: Esta afirmación también es cierta.  El Estado peruano, al no darle la categoría de fuerza regular a SL, niega el tratamiento decoroso que está estipulado en el Derecho Internacional Humanitario.
3) “Todo lo contrario, le dio la categoría de simples ‘delincuentes terroristas’”: Esto también es cierto, el Estado peruano, y también organismos internacionales, consideraron y consideran a Sendero Luminoso como grupo terrorista.
El problema de la afirmación hecha por Rafael Rey es que se basa en la premisa de que el párrafo citado defiende un argumento.  Según Rafael Rey, este argumento es que SL debió ser considerado “fuerza beligerante”.  Sin embargo, el párrafo citado no es argumentativo, es meramente informativo.  Es decir, el párrafo citado se limita a relatar hechos.  El análisis hecho demuestra que estos hechos son verídicos.
No he leído el libro de Ollanta Humala, por lo que no puedo comentar sobre el mismo.  Sin embargo, esta crítica de Rafael Rey se basa sólo en el párrafo citado, por tanto tiene que ser sostenida con el párrafo.  Esto no se da.
Este es el tipo de ataques, tergiversaciones y mentiras a la que el candidato Ollanta Humala ha estado expuesto en esta campaña electoral.  Para usar el lenguaje de Rosa María Palacios, se dice sobre textos relacionados a Gana Perú que dicen lo que en realidad no dicen.  Y se hacen críticas basadas en afirmaciones que no son defendidas ni por Gana Perú ni por Ollanta Humala.  
Este fue el caso de, por ejemplo, las críticas hechas al plan de gobierno relacionadas al tema de las AFPs.  En ninguna parte se dice que se va a utilizar los fondos de las AFPs para financiar algún programa.  Otro caso fue la supuesta comparación de SL con Robin Hood: en realidad, OH hablaba de la ausencia del Estado en algunas zonas del territorio nacional en donde SL fue el ente que impartió ley por un tiempo.
Ollanta Humala ha confirmado ayer que en el libro señala que SL fue un grupo terrorista.
RoD

Wednesday, May 18, 2011

Humala y su evolución política

Un amigo cercano me comentaba sus preocupaciones por Ollanta Humala como consecuencia de la entrevista de Rosa María Palacios a Álvaro Vargas Llosa, que por cierto todos debemos ver, puede ser encontrada aquí.  La pregunta me pareció muy interesante.  Este amigo me decía:
"Pero, me parece sospechoso, por decirlo de una manera, que una persona que ha sostenido una ideología por tanto tiempo, cambie justo a puertas de las elecciones.  Y justamente este es mi temor, que Ollanta haga lo que tenga que hacer para llegar al poder y luego hacer lo que realmente pensaba en su inicio.  Por otro lado, esta evolución que ha tenido (como han denominado su cambio radical) ¿no traiciona los principios por los que votaron sus seguidores? Quiero decir, así como este cambio le pueda agradar a mucha gente, también le puede desagradar a otra gente. En este sentido habría que preocuparse por que todos se enteren del cambio que ha dado, no sólo los no seguidores sino también sus simpatizantes."
Aquí mi respuesta:
A ver, la pregunta que haces es bastante complicada.  Lo primero que te diría es que Humala no ha cambiado su ideología: su ideología siempre ha sido que en un país como el Perú, el crecimiento económico tiene que ir de la mano con políticas estatales que aseguren que ese crecimiento se transforme en desarrollo económico para todos.  Esta ideología la comparten muchos peruanos, la mayoría diría yo.  Definitivamente esta idea la comparten los que votaron por él en la primera vuelta, así que la expresión actual de esta ideología no causa conflicto con ella.
Ahora, esta ideología se ha expresado de distintas maneras.  En el 2006 esta expresión fue bastante radical, casi casi puede ser catalogada de socialismo extremo con tintes autoritarios.  Por eso es que muchos nos opusimos a Humala en las elecciones pasadas, así como lo hizo AVLL y otros.  Se votó por Alan García (¿te acuerdas de Cambio Radical vs Cambio Responsable?), que sí proponía un gobierno con inclusión social y desarrollo económico, pero lo que nos dio al final (al no cumplir su plan de gobierno) fue más de lo mismo y un nivel de corrupción sólo comparable con el fujimorista.  Y por eso hoy los problemas causados por la desigualdad continúan empeorando, así como las tensiones sociales (ver Bagua, Tía María y lo que pasa ahora en Puno).
Para estas elecciones su plan de gobierno es mucho más moderado.  Este plan más moderado es producto de la experiencia de Humala y su partido en los últimos 5 años.  En estos 5 años el nacionalismo se ha comportado como una fuerza democrática, por ejemplo, defendiendo medios que eran atacados por el actual gobierno.  Esta moderación también se puede ver con la gente que incluyó en su lista parlamentaria: Jaime Delgado, Omar Chehade, Rosa Mavila, etc.  Hildebrandt explicó el plan de gobierno nacionalista de una manera muy interesante y precisa: “su plan de gobierno es: vamos a cambiar algunas cosas para no tener que cambiar todo”.  Ese “cambiar todo” va precisamente al riesgo de que si no se trata el problema de la inclusión social en el Perú, entonces estamos viviendo en una bomba de tiempo que ya explotó una vez con SL.
Ahora, yo creo que lo que se vio en el Compromiso con el Perú fue algo meramente electoral.  Cada uno de los puntos de ese Compromiso han servido sólo para que los puntos de su plan de gobierno que los rivales políticos interpretaban muy antojadizamente como chavistas, queden neutralizados.  Sin embargo, el contenido del Compromiso yo ya lo veía implícito en su plan de gobierno.
La hoja de ruta aparece como consecuencia de la inclusión de nuevos técnicos y políticos al proyecto nacionalista.  ¿Por qué se unieron? Porque simplemente se vio al nacionalismo como una fuerza democrática dispuesta a hacer política de la buena (la de consensos y la que produce) enfrentándose a una organización que representa la corrupción, las violaciones de DDHH, la destrucción de los derechos laborales, el autoritarismo, etc.  Ojo que Humala hubiera podido simplemente aceptar la incorporación, tomarse un par de fotos, beneficiarse políticamente y listo.  Pero a estas personas se les ha incluido como participantes activos en la campaña.
Es este proceso del que AVLL habla.  ¿Es posible ver tal transformación real en una persona? Sí, ya lo vimos en Rousseff y Mujica.  ¿Se ha visto que un consenso de este tipo ha funcionado? Sí, en Brasil con Lula y en Chile con la Concertación.  Pero lo más importante es que al frente tenemos todo lo que la gente que le tiene miedo a Humala teme: una organización corrupta que controló los medios, cambió la constitución para re-reelegirse, controló los 3 poderes del estado mediante la compra de sus miembros, oprimió la protesta social, etc.  Keiko Fujimori fue y es parte activa de esta organización, así como lo fueron y son todos los de su entorno.  Entonces, para mí, las opciones están claras.  Humala es la opción democrática de consenso, Fujimori representa la corrupción y la dictadura.
RoD

Tuesday, May 17, 2011

Giuliani y los indicios de corrupción bajo su administración

Hace unos días los peruanos vimos con cierta sorpresa la presentación del nuevo jale de Keiko Fujimori, el ex alcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani.  El fujimorismo lo presenta como un experto en seguridad ciudadana, Giuliani trata de sacarle tanto jugo político como sea posible al hecho de que era alcalde de Nueva York cuando ocurrieron los atentados terroristas del 11 de setiembre del 2001.  Aclaremos algunas cosas, los cuestionamientos a la administración Giuliani no son pocos y sí son graves.  Jo Marie Burt, politóloga y profesora de la Universidad de George Mason, ha escrito un post sobre los cuestionamientos en materia de uso de fuerza letal e inclinaciones autoritarias de Rudy Giuliani.  A estos dos temas se les debe agregar los escándalos de corrupción ligados a su administración. 
Uno de los escándalos que ha traído mayor cola es el de las radios usadas por los bomberos durante la administración Giuliani.  Rudy Giuliani fue alcalde de Nueva York desde el 1ro de enero de 1993 hasta el 31 de diciembre del 2001.  Cuando ocurrió el atentado terrorista contra el World Trade Center en 1993, los bomberos experimentaron problemas de comunicación con las radios.  Sin embargo, Rudy Giuliani esperó hasta comienzos del 2001 para reemplazar las radios mediante un contrato de adjudicación directa, sin licitación, a Motorola por $14 millones.  El contrato previo había sido de sólo $1.4 millones, la décima parte.  Lo más preocupante de este asunto es que las radios nuevas también fallaron en situaciones de emergencia y, sólo a dos semanas de haber sido distribuidas, fueron recolectadas por la ciudad.  Como consecuencia, los bomberos tuvieron que volver a utilizar las radios usadas 8 años atrás, y fueron estas radios las que fueron usadas durante la emergencia del 11 de setiembre del 2001.  Un grupo de familiares de bomberos fallecidos durante el atentado denuncian que éstas radios son responsables directas de que más de 100 bomberos no hayan escuchado la orden de salir de una de las torres gemelas antes de que ella colapsara, y por tanto son responsables de sus muertes.  El video de denuncia puede ser encontrado aquí, es verdaderamente desgarrador.  Otro video preparado por la International Association of Firefighters también denuncia a Giuliani sobre este asunto.  La organización independiente sin fines de lucro www.factcheck.org cuestiona la afirmación del segundo video de que las radios hayan sido las únicas responsables de las muertes, pero concuerda con la denuncia hecha sobre lo ocurrido con las radios en los años previos a los atentados del 2001, aquí el artículo al respecto.
Otro tema por demás controversial es el de Bernard B. Kerik.  Este personaje pasó de trabajar como seguridad de Giuliani en febrero de 1994, a First Deputy Commissioner of the Department en enero de 1995, a comisionado del Departamento Correccional de Nueva York en enero de 1998, a Comisionado de Policía en agosto del 2000, cargo que desempeñó hasta el final de la administración Giuliani.  Luego de servir como alcalde, Giuliani fundó Giuliani Partners LLC (la compañía que ahora es contratada por Fujimori), Kerik se desempeñó como Vice-Presidente de esta compañía hasta diciembre del 2004, así como Chief Executive Officer de una de sus subsidiarias durante el mismo periodo.  Kerik fue nominado a Jefe del departamento de Homeland Security en diciembre del 2004 por George W. Bush, proceso en el cual fue apoyado por Rudy Giuliani (incluso fue preparado para sus entrevistas por el ex alcalde).  Su nominación sólo duró una semana, Kerik la retiró diciendo que había descubierto que su niñera era una inmigrante indocumentada y, por lo tanto, no había pagado impuestos por su contratación.  Meses después descubriríamos la verdadera razón.
Kerik se encuentra en prisión cumpliendo una sentencia de 4 años por fraude de impuestos y mentir a oficiales de la Casa Blanca.  Esta sentencia se dio luego de largo proceso de investigación por soborno, conspiración y hacer declaraciones falsas.  Todos estos casos estaban relacionados a un caso de corrupción.  Kerik habría recibido alrededor de $165 000 en renovaciones de parte de Interstate Industrial a cambio de hacerle lobby a esta compañía mientras era parte de la administración Giuliani.  Interstate Industrial ha sido señalada con tener vínculos con la mafia.  Uno se pregunta cómo un personaje tan cercano (Giuliani es padrino de la hija de Kerik) y que le debe el espectacular progreso en su carrera a Rudy Giuliani pudo haber estado involucrado  en semejante acto de corrupción sin el conocimiento de su mentor.  Este artículo del New York Times detalla este caso y señala que Giuliani fue informado sobre la relación entre Kerik e Interstate Industrial, y aun así lo nombró Comisionado de Policía de NY y apoyó su nominación a Jefe del Departamento de Homeland Security.
Fujimori trae a Giuliani como asesor en materia de seguridad ciudadana.  Sería bueno que el ex alcalde deje de lado la incompetencia en su consejo, incompetencia que mostró al colocar el Centro de Comando de Emergencia de NY en el World Trade Center, a pesar de las objeciones presentadas por el departamento de policía.  El WTC ya había sido objeto de un ataque terrorista en 1993.  Fue por esta razón que NY no tuvo un centro de comando apropiado el 11 de setiembre del 2001.  Aquí la nota.

Este último escándalo habla sobre la incompetencia mostrada por Rudy Giuliani.  Los dos casos anteriores son máculas muy claras que descansan sobre la figura del ex alcalde en materia de corrupción.  A ellas les debemos sumar las denuncias relacionadas al uso excesivo de la fuerza letal durante su administración y su forma autoritaria de gobernar, temas sobre los que se habla en “A contracorriente”. 

Hoy el fujimorismo, responsable de la dictadura y corrupción rampante de los 90s, lo presenta como un jale de alta calidad.
Entre ellos se entienden.
RoD

UPDATE 1: Eduardo González tiene otro post interesante sobre Giuliani, aquí está.

Friday, May 13, 2011

Fujimori hija, una amenaza a la democracia

Conversando con varios amigos sobre el análisis que cada uno hace para decidir su voto en la segunda vuelta que se nos viene, noto un argumento o un concepto constante: Humala pone en peligro todo lo avanzado en los últimos 10 años.  Ya he tratado de explicar las razones por las cuales Humala NO representa una amenaza al crecimiento económico, sino que es más bien Fujimori quien representa esta amenaza aquí.  En el post citado también explico por qué considero que Humala es el candidato que representa el salto de crecimiento económico a desarrollo económico sostenible para todos y el combate de la desigualdad, que es lo que necesita el Perú si queremos seguir progresando. 
Sin embargo, considero importante señalar que el progreso de los últimos 10 años no se ha dado sólo en materia económica, sino que se ha dado también en el fortalecimiento del sistema democrático peruano que, aunque continúa siendo débil, da algunas señales de vida.  Este progreso en el sistema democrático también está en juego en estas elecciones, y es una razón más por la que se vuelve necesario votar y apoyar la candidatura de Ollanta Humala, en desmedro de la candidatura que “representa lo más repulsivo del Perú” (J. Cotler, 12/05/11, Prensa Libre), la de Fujimori hija.
La situación en la que nos dejó Fujimori padre hace poco más de 10 años era un completo desastre: 1) no existía la separación de poderes, el poder judicial era usado sólo para encubrir los delitos cometidos por la dictadura y para perseguir a los adversarios políticos, y el congreso había sido comprado por la dictadura en la sala del SIN; 2) los medios de comunicación estaban al servicio de la dictadura, salvo uno que otro periódico como “La República” y “Liberación”; 3) la corrupción estatal llegaba a niveles inimaginables, y comenzaba desde arriba; 4) la sociedad civil era perseguida, ninguneada y amedrentada; 5) la protesta social era satanizada y  reprimida salvajemente (basta con ver los videos de la “Marcha de los 4 Suyos” y el tema del incendio del Banco de la Nación); 6) nos encontrábamos constantemente con aberraciones legales como “la interpretación auténtica de la constitución” que fue usada para que Fujimori padre se re-reelija, y la “ley de amnistía” que oficializaba la impunidad en los casos de violaciones de DDHH cometidos por Fujimori padre; 7) elecciones fraudulentas, etc.  Es decir, la democracia peruana no existía como tal, estábamos en dictadura.
 Hoy el Perú vive en una democracia débil, pero democracia al fin.  Es cierto, la mayoría de los medios de comunicación continúan apoyando el concepto de la dictadura fujimorista personificado en Fujimori hija, pero aunque sea nos encontramos con algunos periodistas que intentan, si quiera, guardar las formas y dar una tribuna a las fuerzas democráticas.  Además, con el desarrollo del internet y la comunidad bloguera peruana, no todas las mentiras y atrocidades periodísticas que vemos en estos días pasan piola.  También es cierto que la corrupción continúa rampante en el aparato estatal (la corrupción en el gobierno de Alan García sólo puede ser comparada con la del régimen fujimorista), pero aunque sea algunos de estos casos son denunciados por la prensa y siguen su curso en el poder judicial (ver caso de los petroaudios, por el cual mucha más gente que Rómulo León debería estar en la cárcel, y la anulación del indulto a Crousillat tras la presión de los medios y la sociedad civil).  Vemos un Congreso débil y deslegitimizado, pero por lo menos vemos algo de política no tan sucia en práctica dentro del mismo (sobre todo en comparación con los congresos de los 90s).  Tenemos probablemente la sociedad civil más fuerte de América Latina, que no está libre de mácula y también tiene sus propios intereses, pero que rara vez coinciden con los del gobierno de turno, creando cierto balance.  Y las elecciones, aunque nunca están libres de todo mal, son limpias en comparación con las aberraciones que teníamos en los 90s.
La candidatura de Fujimori hija pone todo este progreso en peligro.  Las razones son simples: 1) quedan aun muchos casos de corrupción (como por ejemplo el blindaje de Carlos Raffo entre los congresistas apristas y fujimoristas en este mandato) y de violaciones de DDHH (como el de las esterilizaciones forzadas) por resolverse, 2) Fujimori hija participó activamente del régimen de Fujimori padre como primera dama de la nación y ha defendido tal régimen calificándolo como “el mejor gobierno de la historia”, lo cual nos dice que buscaría imitarlo, 3) el equipo de Fujimori hija es muy similar al que rodeó a Fujimori padre durante su régimen, basta con ver a Marta Chávez (ardua defensora de la “Ley de Amnistía”), Luisa María Cuculiza (Ministra de la Mujer mientras se realizaban las esterilizaciones forzadas), Alejandro Aguinaga (Ministro de Salud mientras se realizaban las esterilizaciones forzadas), Jaime Yoshiyama (candidato a la alcaldía de Lima en 1995 por el partido oficialista), etc.  Pero por sobre todo el hecho de que esta campaña fujimorista es manejada desde la “prisión” donde se encuentra Fujimori padre.  Todos estos puntos entran en conflicto con el desarrollo democrático que ha vivido el Perú en los últimos 10 años.
En la vereda del frente tenemos un candidato que, desde mi punto de vista, no va a tomar medidas que debiliten la democracia peruana.  Sin embargo, entiendo que muchos puedan discrepar con esta noción.  De cualquier manera, la diferencia principal está en que Fujimori hija tendría un poder mediático mucho más fuerte que el de Ollanta Humala en caso gane la elección.  En otras palabras, las circunstancias en las que Ollanta Humala sería elegido (con la prensa y el poder económico en contra, y con un apoyo popular de alrededor del 50%) limitaría cualquier acción antidemocrática, mientras que en el caso de Fujimori hija habría muchas menos ataduras pues ella sí tendría el apoyo del poder económico y de la prensa peruana.  Julio Cotler explicó esta situación el día de ayer en Prensa Libre. 
Una razón más para optar por Ollanta Humala en esta elección.
RoD

Yo voto por Ollanta Humala y NO voto por Keiko Fujimori

(Blogger ha borrado temporalmente los posts del 11-13 de mayo, este post fue publicado originalmente el 11 de mayo)

Voto por Ollanta Humala porque quiero que el sistema democrático y el crecimiento económico se mantengan, y que ambos se traduzcan en desarrollo económico para todos.  Durante las últimas semanas se ha venido diseminando esta idea de que Ollanta Humala significaría un retroceso para la economía peruana.  Este es un concepto equivocado.  El principal problema de la economía peruana y del sistema democrático peruano es la desigualdad, la cual se traduce (en parte) en conflictos sociales.  Fueron estas tensiones las que trajeron como consecuencia tanto la dictadura de Velasco (con apoyo popular) como el asidero que encontró Sendero Luminoso a fines de los 70s y durante los 80s.  Ollanta Humala, quien propone el mantenimiento de las políticas macroeconómicas responsables que aseguran el crecimiento económico, representa un ajuste que relajaría la presión social, combatiría la desigualdad y contribuiría a que la inversión privada (nacional y extranjera) se traduzca a desarrollo económico.  Un ejemplo claro es la propuesta del impuesto a las sobreganancias mineras, concepto que se aplica en todo el mundo, en especial en casos de inversiones que tienden a no mejorar la calidad de vida de los habitantes de un país por la naturaleza de la misma (como es el caso de la inversión en la minería).  Esta relajación de la presión social permitiría que exista una mayor estabilidad social, lo cual haría aun más atractivo al Perú ante los ojos de los inversionistas privados.
NO voto por Keiko Fujimori porque su elección significaría poner en peligro el crecimiento y desarrollo económico del Perú.   Los tres casos más resaltantes en que los conflictos sociales se salieron de control son Ilave, Bagua y Tía María.  Las políticas económicas, laborales y ambientales propuestas por Fujimori contribuirían a un aumento de conflictos sociales de este tipo al destruir, aun más, los estándares laborales y disminuir la regulación de la inversión privada en el interior del país.  Hoy la Defensoría del Pueblo señaló que existen 233 conflictos en el Perú, de los cuales el 50.2% son relacionados a temas socio-ambientales.  En un eventual gobierno fujimorista, tanto éstos como los nuevos conflictos que pudieran aparecer como consecuencia del modelo seguido, correrían el riesgo de salirse de las manos.  Ya conocemos cómo el gobierno fujimorista reprimió la protesta social durante los 90s.  Esta inestabilidad social es la que ahuyentaría a la inversión privada.
Voto por Ollanta Humala porque sé que NO representa al chavismo y todas las medidas dictatoriales que este fenómeno nocivo implica.  La defensa de radios constantemente acosadas y hasta cerradas por el actual gobierno por el simple hecho de estar en desacuerdo con algunas políticas, es prueba de las convicciones democráticas del Partido Nacionalista.  También es prueba de ello la inclusión de técnicos, profesionales y políticos de otros partidos democráticos no sólo para la foto, sino para contribuir a afinar las propuestas de Gana Perú.  Ésta es política de la buena, la que genera consensos, la que produce; no es  el transfuguismo comprado en la sala del SIN de los 90s.  Por último, sé que en el supuesto negado de  que Ollanta Humala decida aplicar alguna medida de tinte dictatorial-chavistoide toda la prensa peruana, el congreso y las ONGs se le van a tirar encima y van a hacer imposible la aplicación de la misma.
NO voto por Keiko Fujimori porque pienso que su concepto de democracia es uno totalmente distorsionado.  Prueba de esto es que durante el gobierno de su padre, del cual ella fue parte ACTIVA con pleno conocimiento de todo lo que ocurría desde agosto de 1994 y al que ha defendido calificándolo como “el mejor gobierno de la historia”, no existía la separación de poderes.  El Poder Judicial y el Congreso de la República servían sólo para encubrir todas las atrocidades cometidas por la dictadura.  No voto por Keiko Fujimori porque sé que el día que tome la decisión de remedar lo hecho durante los 90s, que NO es un supuesto negado, toda la prensa que hoy intenta destruir a Ollanta Humala con mentiras y tergiversaciones va a estar a su servicio, tal y como lo hicieron en 1992, y tal y como lo hicieron durante toda la dictadura, con la excepción de los últimos meses.
Voto por Ollanta Humala porque sé que en su gobierno todos los delitos cometidos por Alan García y la cúpula que se hace llamar aprista (porque ellos son los grandes responsables de la debacle aprista, y no son apristas verdaderos) no van a quedar impunes.  NO voto por Keiko Fujimori porque el apoyo de Alan García a Keiko Fujimori en estas elecciones, así como el pacto para blindar a los involucrados en actos de corrupción durante los últimos 5 años, me asegura que el fujimorismo va a hacer todo lo posible para que la corrupción del gobierno actual no sea castigada por la justicia peruana.
Por último, voto por Ollanta Humala y NO voto por Keiko Fujimori porque creo que nos haría un daño terrible como nación premiar a los que durante la década de los 90s mataron, robaron, ejecutaron extrajudicialmente, corrompieron, destruyeron las instituciones democráticas y un largo etc, con la Presidencia de la República.
Voto por Ollanta Humala porque tengo el orgullo de ser peruano, y quiero que mi país sea un país justo, solidario, próspero y libre.
RoD

Wednesday, May 4, 2011

La mentira del pedido de perdón fujimorista

Durante las últimas dos semanas he tratado de procesar el pedido de perdón de Keiko Fujimori al pueblo peruano por los delitos del régimen fujimorista.  Lamentablemente, este pedido de perdón es un insulto a la inteligencia del pueblo peruano.  Una mentira electorera.

Vamos a recordar algunas cosas. 

Keiko Fujimori asumió el puesto de primera dama de la nación en agosto del año 1994, a sus 19 años de edad, luego de que sus padres se divorciaran tras toda la historia ya conocida relacionada a Susana Higuchi.  Un par de años atrás habían ocurrido las matanzas de Cantuta y Barrios Altos, y en el año 1995 Alberto Fujimori proclamó la llamada “Ley de Amnistía”, que trataba de encubrir todas las violaciones de derechos humanos perpetradas por él mismo durante su régimen.  En Barrios Altos se ejecutó extrajudicialmente a 15 personas, incluyendo mujeres y un niño de 8 años, y en Cantuta se ejecutaron a 9 estudiantes y un profesor.  Alberto Fujimori ha sido condenado a 25 años de prisión por estos crímenes por la justicia peruana. Pero Keiko Fujimori, a 6 semanas de la segunda vuelta, pide perdón.

Durante el gobierno de Alberto Fujimori desaparecieron alrededor de 6 mil millones de dólares ($6 000 000 000) sólo por motivo de las privatizaciones que se llevaron a cabo durante los 90s.  De este dinero sólo han sido recuperados 184 millones de dólares.  Eso quiere decir que, sólo por motivo de las privatizaciones, el gobierno de Fujimori le debe a todos los peruanos más de 5 800 millones de dólares.  A esto se le tiene que agregar otros casos de corrupción como el de los MiG-29 y Sukhoi-25, por el cual Alberto Fujimori fue denunciado por el congreso peruano en el 2003 por traición a la patria, y el caso de la caja de pensiones militar policial.  Sí, el único partido presente en la segunda vuelta con un historial de robo a ahorristas es el fujimorista.  Pero Keiko Fujimori pide perdón.

Durante la segunda parte del gobierno de Alberto Fujimori, cuando Keiko Fujimori ya era primera dama, se realizaron las esterilizaciones forzadas, esta actividad criminal que, en la mayoría de los casos, incluye los delitos de secuestro y negligencia.  Se me escarapela el cuerpo  sólo de leer algunos casos.  Las esterilizaciones forzadas fueron parte de una política del gobierno fujimorista destinada a disminuir la cantidad de hijos que personas indígenas de bajos recursos puedan tener.  Para lograr esto, el gobierno acosaba a las mujeres para que se sometan al procedimiento de ligadura de trompas.  En los casos denunciados ante la justicia peruana y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), muchas mujeres fueron sedadas y operadas a pesar de que no querían someterse al procedimiento.  En otros casos se realizó el procedimiento sin las precauciones del caso, lo cual trajo consigo la muerte de la mujer.  Pero Keiko Fujimori, en el año 2011 y a 6 semanas de la segunda vuelta, pide perdón.

Éstas son sólo tres perlas del gobierno fujimorista, del cual Keiko Fujimori fue parte activa.  Podemos conversar también sobre la compra de medios de comunicación (todos los de señal abierta), las políticas laborales nocivas para el trabajador peruano, y que el plan de gobierno de K. Fujimori confirma que un gobierno fujimorista llevaría estas políticas al extremo, los numerosos casos de corrupción en el poder judicial, la compra de congresistas tránsfugas, el deterioro de las instituciones democráticas, la represión violenta de la protesta social, y un muy largo etcétera.  Pero Keiko Fujimori pide perdón.

Keiko Fujimori pide perdón casi 11 años después de que su padre intentara renunciar a la Presidencia de la República por fax.  Pide perdón luego de que por esos 11 años ha defendido el régimen fujimorista.  Pide perdón luego de haber defendido la traición a la democracia perpetrada por su padre el 5 de abril de 1992.  Pero, lo que es más importante, pide perdón cuando todavía no se reconoce las violaciones de derechos humanos de las mujeres a las que se les esterilizó de manera forzosa.  Pide perdón cuando el fujimorismo todavía le debe al Perú casi todo el dinero robado durante los 90s.  Pide perdón cuando Marta Chávez, congresista electa por su partido y del entorno cercano de K. Fujimori, sigue defendiendo la impunidad en casos de violaciones de derechos humanos, tal y como lo hizo con la ley de amnistía en 1995.  Pide perdón días después de catalogar el gobierno de Alberto Fujimori como “el mejor de la historia” y de pedir palmas “que se escuchen hasta la DIROES".

Keiko Fujimori pide perdón, yo no le creo.

RoD

Monday, April 25, 2011

Encuesta de Apoyo, a 6 semanas de la 2da vuelta.

La encuesta de Ipsos-Apoyo publicada por el diario El Comercio el día domingo 24 de abril muestra el punto de partida para la 2da vuelta electoral a realizarse el 5 de junio.  En ella se muestra a Ollanta Humala liderando con un 42% y a Keiko Fujimori con un 36%.  Los votos blancos/viciados suman 12%, y un 10% de los encuestados no precisa preferencia electoral.  Quedan 6 semanas para la 2da vuelta, lo cual es una eternidad en tiempo electoral peruano.  A pesar de esto, es importante e interesante analizar los resultados.  La encuesta puede ser encontrada aquí.
Lo primero que es importante mencionar es que la encuesta es un muy buen comienzo para Ollanta Humala: En la 2da vuelta del año 2006, los votos blancos y viciados sumaron aproximadamente 8.5%.   Si consideramos que esa cifra se repetirá (ver siguiente párrafo para este análisis), el candidato que logre el 45.75% de los votos emitidos logrará la presidencia.  Esto significa que, para ganar las elecciones, Humala tendría que proteger su porcentaje actual y subir 3.75%, mientras que Fujimori tendría que proteger su porcentaje y subir 9.75%. 
En el año 2006 observamos un 8.5% de votos blancos y viciados.  La pregunta es si en estas elecciones observaremos una cifra mayor, menor o igual.  Hay 2 situaciones a tener en cuenta: 1) es probable que la elección de este año termine siendo más polarizada que la del 2006, y 2) para un sector importante de la población, ambos candidatos son malos (probablemente un sector más grande que el que estaba descontento tanto con García como con Humala en el 2006).  Estas dos situaciones tienen efectos opuestos en el voto blanco/viciado.  Mientras que la polarización de la elección contribuye a la reducción de este voto, el descontento por ambos candidatos contribuye a su incremento.  Teniendo esto en cuenta, lo más probable es que terminemos viendo una cifra similar a la del 2006.  En el 2001, una elección menos polarizada, los blancos y viciados sumaron casi 14%.
En segundo lugar, es importante mencionar que la distancia entre los dos candidatos se ha reducido en 1.1% en comparación con la 1ra vuelta.  Hay que tener en cuenta que la encuesta de Ipsos-Apoyo incluye “blanco/viciado” y “no opina” como categorías, lo cual significa que la comparación de estas cifras tiene que hacerse con las cifras de votos emitidos de la 1ra vuelta (no la de votos válidos).  En los comicios del 10 de abril, Humala obtuvo 27.803% de votos emitidos, mientras que Fujimori obtuvo 20.656%.  La diferencia era de poco más de 7%, y esta encuesta muestra que la diferencia es de 6%.  Humala ha crecido casi 14.2%, mientras que Fujimori ha crecido 15.3%.  Nuevamente, esta situación debe ser un poco preocupante para Fujimori porque después del reacomodo inicial luego de la 1ra vuelta sólo ha podido acortar la distancia en 1.1%.
Por último, es importante resaltar que Humala (37%) tiene un voto duro (sólo podría perder un 5%) mayor al de Fujimori (30%, podría perder un 6%), y que si sumamos las actitudes negativas frente a las candidaturas veremos que las de Humala suman 45% mientras que las de Fujimori suman 49%. 
Podemos seguir interpretando y jugando con las cifras, pero la verdad es que es muy temprano para que un análisis más profundo tenga sentido.  Por lo pronto, es un buen comienzo para Humala, nada más.

RoD