Rodrigo A. Salgado
Washington, 30 de setiembre, 2011.
El mes de la herencia latina es un mes de recuerdo.
Recordamos lo que dejamos atrás. Tantos recuerdos, tantas vivencias.
Recordamos lo que nuestra familia dejó atrás. O recordamos a la familia que dejamos atrás. Por supuesto que para eso no es necesario un mes dedicado a la herencia latina.
Recordamos cuando jugábamos fútbol en medio de la calle. O cuando almorzábamos cada domingo todos juntos.
Pero recordando celebramos.
Y celebramos como se debe.
Yo como mi pupusa, mi taco y mi anticucho.
Yo bailo mi salsa, mi merengue y mi bachata.
Y todo esto es ser latino.
Sueño con el majestuoso cóndor de los Andes.
Y con el pícaro quetzal guatemalteco.
Pienso en el águila real mexicana.
Pero también siento el águila calva, roja, azul y blanca.
Y todo esto también es ser latino.
Yo soy el Inca Atahualpa haciéndole frente a Pizarro.
Soy el azteca Moctezuma haciéndole frente a Cortés.
Soy Maradona metiéndole dos goles a Inglaterra.
Y soy el inmortal Facundo Cabral.
Pero también soy la jueza Sonia Sotomayor llegando a la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Y todo esto es ser latino.
Latino es el agricultor del altiplano boliviano que ara sus tierras de 6 de la mañana a 6 de la tarde.
Latino es el niño colombiano desplazado por unos y otros desalmados armados.
Latino es el adolecente salvadoreño que se pierde en las maras
Y también el que sale de ellas, cuida de su familia y ve a sus hijos crecer.
Pero también es latina la mujer que tiene dos trabajos en Columbia Heights para mantener a sus dos hijos y darles una oportunidad en este mundo
Y ser latino es mucho más que todo eso.
Podemos seguir hablando horas de horas sobre lo que significa ser latino.
Pero al final del día ser latino es mirarnos a los ojos y encontrar esa dulzura y esa calidez que está tan presente en todos nosotros. Esa dulzura y calidez que veo en sus ojos en este momento.
Hemos llegado a este país a través de distintos caminos. Unos llegaron buscando un futuro mejor, otros llegaron acompañando a sus familias. Algunos vinieron por simple inercia, y otros nacieron en este país. Algunos están aquí para quedarse, y otros planean regresar.
Pero todos, absolutamente todos, seguimos buscando lo que nosotros y nuestras familias buscaban en nuestros países: simplemente ser felices.
Yo llegué a este país hace 5 años, y no ha pasado un solo día sin que recuerde y extrañe mi querido Perú. Pero sé que a la vuelta de la esquina, y en ocasiones como ésta, puedo ver y sentir un pedazo de mi país en cada uno de ustedes.
Y eso, definitivamente, sí es ser latino.
Muchas gracias.
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