Wednesday, May 18, 2011

Humala y su evolución política

Un amigo cercano me comentaba sus preocupaciones por Ollanta Humala como consecuencia de la entrevista de Rosa María Palacios a Álvaro Vargas Llosa, que por cierto todos debemos ver, puede ser encontrada aquí.  La pregunta me pareció muy interesante.  Este amigo me decía:
"Pero, me parece sospechoso, por decirlo de una manera, que una persona que ha sostenido una ideología por tanto tiempo, cambie justo a puertas de las elecciones.  Y justamente este es mi temor, que Ollanta haga lo que tenga que hacer para llegar al poder y luego hacer lo que realmente pensaba en su inicio.  Por otro lado, esta evolución que ha tenido (como han denominado su cambio radical) ¿no traiciona los principios por los que votaron sus seguidores? Quiero decir, así como este cambio le pueda agradar a mucha gente, también le puede desagradar a otra gente. En este sentido habría que preocuparse por que todos se enteren del cambio que ha dado, no sólo los no seguidores sino también sus simpatizantes."
Aquí mi respuesta:
A ver, la pregunta que haces es bastante complicada.  Lo primero que te diría es que Humala no ha cambiado su ideología: su ideología siempre ha sido que en un país como el Perú, el crecimiento económico tiene que ir de la mano con políticas estatales que aseguren que ese crecimiento se transforme en desarrollo económico para todos.  Esta ideología la comparten muchos peruanos, la mayoría diría yo.  Definitivamente esta idea la comparten los que votaron por él en la primera vuelta, así que la expresión actual de esta ideología no causa conflicto con ella.
Ahora, esta ideología se ha expresado de distintas maneras.  En el 2006 esta expresión fue bastante radical, casi casi puede ser catalogada de socialismo extremo con tintes autoritarios.  Por eso es que muchos nos opusimos a Humala en las elecciones pasadas, así como lo hizo AVLL y otros.  Se votó por Alan García (¿te acuerdas de Cambio Radical vs Cambio Responsable?), que sí proponía un gobierno con inclusión social y desarrollo económico, pero lo que nos dio al final (al no cumplir su plan de gobierno) fue más de lo mismo y un nivel de corrupción sólo comparable con el fujimorista.  Y por eso hoy los problemas causados por la desigualdad continúan empeorando, así como las tensiones sociales (ver Bagua, Tía María y lo que pasa ahora en Puno).
Para estas elecciones su plan de gobierno es mucho más moderado.  Este plan más moderado es producto de la experiencia de Humala y su partido en los últimos 5 años.  En estos 5 años el nacionalismo se ha comportado como una fuerza democrática, por ejemplo, defendiendo medios que eran atacados por el actual gobierno.  Esta moderación también se puede ver con la gente que incluyó en su lista parlamentaria: Jaime Delgado, Omar Chehade, Rosa Mavila, etc.  Hildebrandt explicó el plan de gobierno nacionalista de una manera muy interesante y precisa: “su plan de gobierno es: vamos a cambiar algunas cosas para no tener que cambiar todo”.  Ese “cambiar todo” va precisamente al riesgo de que si no se trata el problema de la inclusión social en el Perú, entonces estamos viviendo en una bomba de tiempo que ya explotó una vez con SL.
Ahora, yo creo que lo que se vio en el Compromiso con el Perú fue algo meramente electoral.  Cada uno de los puntos de ese Compromiso han servido sólo para que los puntos de su plan de gobierno que los rivales políticos interpretaban muy antojadizamente como chavistas, queden neutralizados.  Sin embargo, el contenido del Compromiso yo ya lo veía implícito en su plan de gobierno.
La hoja de ruta aparece como consecuencia de la inclusión de nuevos técnicos y políticos al proyecto nacionalista.  ¿Por qué se unieron? Porque simplemente se vio al nacionalismo como una fuerza democrática dispuesta a hacer política de la buena (la de consensos y la que produce) enfrentándose a una organización que representa la corrupción, las violaciones de DDHH, la destrucción de los derechos laborales, el autoritarismo, etc.  Ojo que Humala hubiera podido simplemente aceptar la incorporación, tomarse un par de fotos, beneficiarse políticamente y listo.  Pero a estas personas se les ha incluido como participantes activos en la campaña.
Es este proceso del que AVLL habla.  ¿Es posible ver tal transformación real en una persona? Sí, ya lo vimos en Rousseff y Mujica.  ¿Se ha visto que un consenso de este tipo ha funcionado? Sí, en Brasil con Lula y en Chile con la Concertación.  Pero lo más importante es que al frente tenemos todo lo que la gente que le tiene miedo a Humala teme: una organización corrupta que controló los medios, cambió la constitución para re-reelegirse, controló los 3 poderes del estado mediante la compra de sus miembros, oprimió la protesta social, etc.  Keiko Fujimori fue y es parte activa de esta organización, así como lo fueron y son todos los de su entorno.  Entonces, para mí, las opciones están claras.  Humala es la opción democrática de consenso, Fujimori representa la corrupción y la dictadura.
RoD

Tuesday, May 17, 2011

Giuliani y los indicios de corrupción bajo su administración

Hace unos días los peruanos vimos con cierta sorpresa la presentación del nuevo jale de Keiko Fujimori, el ex alcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani.  El fujimorismo lo presenta como un experto en seguridad ciudadana, Giuliani trata de sacarle tanto jugo político como sea posible al hecho de que era alcalde de Nueva York cuando ocurrieron los atentados terroristas del 11 de setiembre del 2001.  Aclaremos algunas cosas, los cuestionamientos a la administración Giuliani no son pocos y sí son graves.  Jo Marie Burt, politóloga y profesora de la Universidad de George Mason, ha escrito un post sobre los cuestionamientos en materia de uso de fuerza letal e inclinaciones autoritarias de Rudy Giuliani.  A estos dos temas se les debe agregar los escándalos de corrupción ligados a su administración. 
Uno de los escándalos que ha traído mayor cola es el de las radios usadas por los bomberos durante la administración Giuliani.  Rudy Giuliani fue alcalde de Nueva York desde el 1ro de enero de 1993 hasta el 31 de diciembre del 2001.  Cuando ocurrió el atentado terrorista contra el World Trade Center en 1993, los bomberos experimentaron problemas de comunicación con las radios.  Sin embargo, Rudy Giuliani esperó hasta comienzos del 2001 para reemplazar las radios mediante un contrato de adjudicación directa, sin licitación, a Motorola por $14 millones.  El contrato previo había sido de sólo $1.4 millones, la décima parte.  Lo más preocupante de este asunto es que las radios nuevas también fallaron en situaciones de emergencia y, sólo a dos semanas de haber sido distribuidas, fueron recolectadas por la ciudad.  Como consecuencia, los bomberos tuvieron que volver a utilizar las radios usadas 8 años atrás, y fueron estas radios las que fueron usadas durante la emergencia del 11 de setiembre del 2001.  Un grupo de familiares de bomberos fallecidos durante el atentado denuncian que éstas radios son responsables directas de que más de 100 bomberos no hayan escuchado la orden de salir de una de las torres gemelas antes de que ella colapsara, y por tanto son responsables de sus muertes.  El video de denuncia puede ser encontrado aquí, es verdaderamente desgarrador.  Otro video preparado por la International Association of Firefighters también denuncia a Giuliani sobre este asunto.  La organización independiente sin fines de lucro www.factcheck.org cuestiona la afirmación del segundo video de que las radios hayan sido las únicas responsables de las muertes, pero concuerda con la denuncia hecha sobre lo ocurrido con las radios en los años previos a los atentados del 2001, aquí el artículo al respecto.
Otro tema por demás controversial es el de Bernard B. Kerik.  Este personaje pasó de trabajar como seguridad de Giuliani en febrero de 1994, a First Deputy Commissioner of the Department en enero de 1995, a comisionado del Departamento Correccional de Nueva York en enero de 1998, a Comisionado de Policía en agosto del 2000, cargo que desempeñó hasta el final de la administración Giuliani.  Luego de servir como alcalde, Giuliani fundó Giuliani Partners LLC (la compañía que ahora es contratada por Fujimori), Kerik se desempeñó como Vice-Presidente de esta compañía hasta diciembre del 2004, así como Chief Executive Officer de una de sus subsidiarias durante el mismo periodo.  Kerik fue nominado a Jefe del departamento de Homeland Security en diciembre del 2004 por George W. Bush, proceso en el cual fue apoyado por Rudy Giuliani (incluso fue preparado para sus entrevistas por el ex alcalde).  Su nominación sólo duró una semana, Kerik la retiró diciendo que había descubierto que su niñera era una inmigrante indocumentada y, por lo tanto, no había pagado impuestos por su contratación.  Meses después descubriríamos la verdadera razón.
Kerik se encuentra en prisión cumpliendo una sentencia de 4 años por fraude de impuestos y mentir a oficiales de la Casa Blanca.  Esta sentencia se dio luego de largo proceso de investigación por soborno, conspiración y hacer declaraciones falsas.  Todos estos casos estaban relacionados a un caso de corrupción.  Kerik habría recibido alrededor de $165 000 en renovaciones de parte de Interstate Industrial a cambio de hacerle lobby a esta compañía mientras era parte de la administración Giuliani.  Interstate Industrial ha sido señalada con tener vínculos con la mafia.  Uno se pregunta cómo un personaje tan cercano (Giuliani es padrino de la hija de Kerik) y que le debe el espectacular progreso en su carrera a Rudy Giuliani pudo haber estado involucrado  en semejante acto de corrupción sin el conocimiento de su mentor.  Este artículo del New York Times detalla este caso y señala que Giuliani fue informado sobre la relación entre Kerik e Interstate Industrial, y aun así lo nombró Comisionado de Policía de NY y apoyó su nominación a Jefe del Departamento de Homeland Security.
Fujimori trae a Giuliani como asesor en materia de seguridad ciudadana.  Sería bueno que el ex alcalde deje de lado la incompetencia en su consejo, incompetencia que mostró al colocar el Centro de Comando de Emergencia de NY en el World Trade Center, a pesar de las objeciones presentadas por el departamento de policía.  El WTC ya había sido objeto de un ataque terrorista en 1993.  Fue por esta razón que NY no tuvo un centro de comando apropiado el 11 de setiembre del 2001.  Aquí la nota.

Este último escándalo habla sobre la incompetencia mostrada por Rudy Giuliani.  Los dos casos anteriores son máculas muy claras que descansan sobre la figura del ex alcalde en materia de corrupción.  A ellas les debemos sumar las denuncias relacionadas al uso excesivo de la fuerza letal durante su administración y su forma autoritaria de gobernar, temas sobre los que se habla en “A contracorriente”. 

Hoy el fujimorismo, responsable de la dictadura y corrupción rampante de los 90s, lo presenta como un jale de alta calidad.
Entre ellos se entienden.
RoD

UPDATE 1: Eduardo González tiene otro post interesante sobre Giuliani, aquí está.

Friday, May 13, 2011

Fujimori hija, una amenaza a la democracia

Conversando con varios amigos sobre el análisis que cada uno hace para decidir su voto en la segunda vuelta que se nos viene, noto un argumento o un concepto constante: Humala pone en peligro todo lo avanzado en los últimos 10 años.  Ya he tratado de explicar las razones por las cuales Humala NO representa una amenaza al crecimiento económico, sino que es más bien Fujimori quien representa esta amenaza aquí.  En el post citado también explico por qué considero que Humala es el candidato que representa el salto de crecimiento económico a desarrollo económico sostenible para todos y el combate de la desigualdad, que es lo que necesita el Perú si queremos seguir progresando. 
Sin embargo, considero importante señalar que el progreso de los últimos 10 años no se ha dado sólo en materia económica, sino que se ha dado también en el fortalecimiento del sistema democrático peruano que, aunque continúa siendo débil, da algunas señales de vida.  Este progreso en el sistema democrático también está en juego en estas elecciones, y es una razón más por la que se vuelve necesario votar y apoyar la candidatura de Ollanta Humala, en desmedro de la candidatura que “representa lo más repulsivo del Perú” (J. Cotler, 12/05/11, Prensa Libre), la de Fujimori hija.
La situación en la que nos dejó Fujimori padre hace poco más de 10 años era un completo desastre: 1) no existía la separación de poderes, el poder judicial era usado sólo para encubrir los delitos cometidos por la dictadura y para perseguir a los adversarios políticos, y el congreso había sido comprado por la dictadura en la sala del SIN; 2) los medios de comunicación estaban al servicio de la dictadura, salvo uno que otro periódico como “La República” y “Liberación”; 3) la corrupción estatal llegaba a niveles inimaginables, y comenzaba desde arriba; 4) la sociedad civil era perseguida, ninguneada y amedrentada; 5) la protesta social era satanizada y  reprimida salvajemente (basta con ver los videos de la “Marcha de los 4 Suyos” y el tema del incendio del Banco de la Nación); 6) nos encontrábamos constantemente con aberraciones legales como “la interpretación auténtica de la constitución” que fue usada para que Fujimori padre se re-reelija, y la “ley de amnistía” que oficializaba la impunidad en los casos de violaciones de DDHH cometidos por Fujimori padre; 7) elecciones fraudulentas, etc.  Es decir, la democracia peruana no existía como tal, estábamos en dictadura.
 Hoy el Perú vive en una democracia débil, pero democracia al fin.  Es cierto, la mayoría de los medios de comunicación continúan apoyando el concepto de la dictadura fujimorista personificado en Fujimori hija, pero aunque sea nos encontramos con algunos periodistas que intentan, si quiera, guardar las formas y dar una tribuna a las fuerzas democráticas.  Además, con el desarrollo del internet y la comunidad bloguera peruana, no todas las mentiras y atrocidades periodísticas que vemos en estos días pasan piola.  También es cierto que la corrupción continúa rampante en el aparato estatal (la corrupción en el gobierno de Alan García sólo puede ser comparada con la del régimen fujimorista), pero aunque sea algunos de estos casos son denunciados por la prensa y siguen su curso en el poder judicial (ver caso de los petroaudios, por el cual mucha más gente que Rómulo León debería estar en la cárcel, y la anulación del indulto a Crousillat tras la presión de los medios y la sociedad civil).  Vemos un Congreso débil y deslegitimizado, pero por lo menos vemos algo de política no tan sucia en práctica dentro del mismo (sobre todo en comparación con los congresos de los 90s).  Tenemos probablemente la sociedad civil más fuerte de América Latina, que no está libre de mácula y también tiene sus propios intereses, pero que rara vez coinciden con los del gobierno de turno, creando cierto balance.  Y las elecciones, aunque nunca están libres de todo mal, son limpias en comparación con las aberraciones que teníamos en los 90s.
La candidatura de Fujimori hija pone todo este progreso en peligro.  Las razones son simples: 1) quedan aun muchos casos de corrupción (como por ejemplo el blindaje de Carlos Raffo entre los congresistas apristas y fujimoristas en este mandato) y de violaciones de DDHH (como el de las esterilizaciones forzadas) por resolverse, 2) Fujimori hija participó activamente del régimen de Fujimori padre como primera dama de la nación y ha defendido tal régimen calificándolo como “el mejor gobierno de la historia”, lo cual nos dice que buscaría imitarlo, 3) el equipo de Fujimori hija es muy similar al que rodeó a Fujimori padre durante su régimen, basta con ver a Marta Chávez (ardua defensora de la “Ley de Amnistía”), Luisa María Cuculiza (Ministra de la Mujer mientras se realizaban las esterilizaciones forzadas), Alejandro Aguinaga (Ministro de Salud mientras se realizaban las esterilizaciones forzadas), Jaime Yoshiyama (candidato a la alcaldía de Lima en 1995 por el partido oficialista), etc.  Pero por sobre todo el hecho de que esta campaña fujimorista es manejada desde la “prisión” donde se encuentra Fujimori padre.  Todos estos puntos entran en conflicto con el desarrollo democrático que ha vivido el Perú en los últimos 10 años.
En la vereda del frente tenemos un candidato que, desde mi punto de vista, no va a tomar medidas que debiliten la democracia peruana.  Sin embargo, entiendo que muchos puedan discrepar con esta noción.  De cualquier manera, la diferencia principal está en que Fujimori hija tendría un poder mediático mucho más fuerte que el de Ollanta Humala en caso gane la elección.  En otras palabras, las circunstancias en las que Ollanta Humala sería elegido (con la prensa y el poder económico en contra, y con un apoyo popular de alrededor del 50%) limitaría cualquier acción antidemocrática, mientras que en el caso de Fujimori hija habría muchas menos ataduras pues ella sí tendría el apoyo del poder económico y de la prensa peruana.  Julio Cotler explicó esta situación el día de ayer en Prensa Libre. 
Una razón más para optar por Ollanta Humala en esta elección.
RoD

Yo voto por Ollanta Humala y NO voto por Keiko Fujimori

(Blogger ha borrado temporalmente los posts del 11-13 de mayo, este post fue publicado originalmente el 11 de mayo)

Voto por Ollanta Humala porque quiero que el sistema democrático y el crecimiento económico se mantengan, y que ambos se traduzcan en desarrollo económico para todos.  Durante las últimas semanas se ha venido diseminando esta idea de que Ollanta Humala significaría un retroceso para la economía peruana.  Este es un concepto equivocado.  El principal problema de la economía peruana y del sistema democrático peruano es la desigualdad, la cual se traduce (en parte) en conflictos sociales.  Fueron estas tensiones las que trajeron como consecuencia tanto la dictadura de Velasco (con apoyo popular) como el asidero que encontró Sendero Luminoso a fines de los 70s y durante los 80s.  Ollanta Humala, quien propone el mantenimiento de las políticas macroeconómicas responsables que aseguran el crecimiento económico, representa un ajuste que relajaría la presión social, combatiría la desigualdad y contribuiría a que la inversión privada (nacional y extranjera) se traduzca a desarrollo económico.  Un ejemplo claro es la propuesta del impuesto a las sobreganancias mineras, concepto que se aplica en todo el mundo, en especial en casos de inversiones que tienden a no mejorar la calidad de vida de los habitantes de un país por la naturaleza de la misma (como es el caso de la inversión en la minería).  Esta relajación de la presión social permitiría que exista una mayor estabilidad social, lo cual haría aun más atractivo al Perú ante los ojos de los inversionistas privados.
NO voto por Keiko Fujimori porque su elección significaría poner en peligro el crecimiento y desarrollo económico del Perú.   Los tres casos más resaltantes en que los conflictos sociales se salieron de control son Ilave, Bagua y Tía María.  Las políticas económicas, laborales y ambientales propuestas por Fujimori contribuirían a un aumento de conflictos sociales de este tipo al destruir, aun más, los estándares laborales y disminuir la regulación de la inversión privada en el interior del país.  Hoy la Defensoría del Pueblo señaló que existen 233 conflictos en el Perú, de los cuales el 50.2% son relacionados a temas socio-ambientales.  En un eventual gobierno fujimorista, tanto éstos como los nuevos conflictos que pudieran aparecer como consecuencia del modelo seguido, correrían el riesgo de salirse de las manos.  Ya conocemos cómo el gobierno fujimorista reprimió la protesta social durante los 90s.  Esta inestabilidad social es la que ahuyentaría a la inversión privada.
Voto por Ollanta Humala porque sé que NO representa al chavismo y todas las medidas dictatoriales que este fenómeno nocivo implica.  La defensa de radios constantemente acosadas y hasta cerradas por el actual gobierno por el simple hecho de estar en desacuerdo con algunas políticas, es prueba de las convicciones democráticas del Partido Nacionalista.  También es prueba de ello la inclusión de técnicos, profesionales y políticos de otros partidos democráticos no sólo para la foto, sino para contribuir a afinar las propuestas de Gana Perú.  Ésta es política de la buena, la que genera consensos, la que produce; no es  el transfuguismo comprado en la sala del SIN de los 90s.  Por último, sé que en el supuesto negado de  que Ollanta Humala decida aplicar alguna medida de tinte dictatorial-chavistoide toda la prensa peruana, el congreso y las ONGs se le van a tirar encima y van a hacer imposible la aplicación de la misma.
NO voto por Keiko Fujimori porque pienso que su concepto de democracia es uno totalmente distorsionado.  Prueba de esto es que durante el gobierno de su padre, del cual ella fue parte ACTIVA con pleno conocimiento de todo lo que ocurría desde agosto de 1994 y al que ha defendido calificándolo como “el mejor gobierno de la historia”, no existía la separación de poderes.  El Poder Judicial y el Congreso de la República servían sólo para encubrir todas las atrocidades cometidas por la dictadura.  No voto por Keiko Fujimori porque sé que el día que tome la decisión de remedar lo hecho durante los 90s, que NO es un supuesto negado, toda la prensa que hoy intenta destruir a Ollanta Humala con mentiras y tergiversaciones va a estar a su servicio, tal y como lo hicieron en 1992, y tal y como lo hicieron durante toda la dictadura, con la excepción de los últimos meses.
Voto por Ollanta Humala porque sé que en su gobierno todos los delitos cometidos por Alan García y la cúpula que se hace llamar aprista (porque ellos son los grandes responsables de la debacle aprista, y no son apristas verdaderos) no van a quedar impunes.  NO voto por Keiko Fujimori porque el apoyo de Alan García a Keiko Fujimori en estas elecciones, así como el pacto para blindar a los involucrados en actos de corrupción durante los últimos 5 años, me asegura que el fujimorismo va a hacer todo lo posible para que la corrupción del gobierno actual no sea castigada por la justicia peruana.
Por último, voto por Ollanta Humala y NO voto por Keiko Fujimori porque creo que nos haría un daño terrible como nación premiar a los que durante la década de los 90s mataron, robaron, ejecutaron extrajudicialmente, corrompieron, destruyeron las instituciones democráticas y un largo etc, con la Presidencia de la República.
Voto por Ollanta Humala porque tengo el orgullo de ser peruano, y quiero que mi país sea un país justo, solidario, próspero y libre.
RoD

Wednesday, May 4, 2011

La mentira del pedido de perdón fujimorista

Durante las últimas dos semanas he tratado de procesar el pedido de perdón de Keiko Fujimori al pueblo peruano por los delitos del régimen fujimorista.  Lamentablemente, este pedido de perdón es un insulto a la inteligencia del pueblo peruano.  Una mentira electorera.

Vamos a recordar algunas cosas. 

Keiko Fujimori asumió el puesto de primera dama de la nación en agosto del año 1994, a sus 19 años de edad, luego de que sus padres se divorciaran tras toda la historia ya conocida relacionada a Susana Higuchi.  Un par de años atrás habían ocurrido las matanzas de Cantuta y Barrios Altos, y en el año 1995 Alberto Fujimori proclamó la llamada “Ley de Amnistía”, que trataba de encubrir todas las violaciones de derechos humanos perpetradas por él mismo durante su régimen.  En Barrios Altos se ejecutó extrajudicialmente a 15 personas, incluyendo mujeres y un niño de 8 años, y en Cantuta se ejecutaron a 9 estudiantes y un profesor.  Alberto Fujimori ha sido condenado a 25 años de prisión por estos crímenes por la justicia peruana. Pero Keiko Fujimori, a 6 semanas de la segunda vuelta, pide perdón.

Durante el gobierno de Alberto Fujimori desaparecieron alrededor de 6 mil millones de dólares ($6 000 000 000) sólo por motivo de las privatizaciones que se llevaron a cabo durante los 90s.  De este dinero sólo han sido recuperados 184 millones de dólares.  Eso quiere decir que, sólo por motivo de las privatizaciones, el gobierno de Fujimori le debe a todos los peruanos más de 5 800 millones de dólares.  A esto se le tiene que agregar otros casos de corrupción como el de los MiG-29 y Sukhoi-25, por el cual Alberto Fujimori fue denunciado por el congreso peruano en el 2003 por traición a la patria, y el caso de la caja de pensiones militar policial.  Sí, el único partido presente en la segunda vuelta con un historial de robo a ahorristas es el fujimorista.  Pero Keiko Fujimori pide perdón.

Durante la segunda parte del gobierno de Alberto Fujimori, cuando Keiko Fujimori ya era primera dama, se realizaron las esterilizaciones forzadas, esta actividad criminal que, en la mayoría de los casos, incluye los delitos de secuestro y negligencia.  Se me escarapela el cuerpo  sólo de leer algunos casos.  Las esterilizaciones forzadas fueron parte de una política del gobierno fujimorista destinada a disminuir la cantidad de hijos que personas indígenas de bajos recursos puedan tener.  Para lograr esto, el gobierno acosaba a las mujeres para que se sometan al procedimiento de ligadura de trompas.  En los casos denunciados ante la justicia peruana y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), muchas mujeres fueron sedadas y operadas a pesar de que no querían someterse al procedimiento.  En otros casos se realizó el procedimiento sin las precauciones del caso, lo cual trajo consigo la muerte de la mujer.  Pero Keiko Fujimori, en el año 2011 y a 6 semanas de la segunda vuelta, pide perdón.

Éstas son sólo tres perlas del gobierno fujimorista, del cual Keiko Fujimori fue parte activa.  Podemos conversar también sobre la compra de medios de comunicación (todos los de señal abierta), las políticas laborales nocivas para el trabajador peruano, y que el plan de gobierno de K. Fujimori confirma que un gobierno fujimorista llevaría estas políticas al extremo, los numerosos casos de corrupción en el poder judicial, la compra de congresistas tránsfugas, el deterioro de las instituciones democráticas, la represión violenta de la protesta social, y un muy largo etcétera.  Pero Keiko Fujimori pide perdón.

Keiko Fujimori pide perdón casi 11 años después de que su padre intentara renunciar a la Presidencia de la República por fax.  Pide perdón luego de que por esos 11 años ha defendido el régimen fujimorista.  Pide perdón luego de haber defendido la traición a la democracia perpetrada por su padre el 5 de abril de 1992.  Pero, lo que es más importante, pide perdón cuando todavía no se reconoce las violaciones de derechos humanos de las mujeres a las que se les esterilizó de manera forzosa.  Pide perdón cuando el fujimorismo todavía le debe al Perú casi todo el dinero robado durante los 90s.  Pide perdón cuando Marta Chávez, congresista electa por su partido y del entorno cercano de K. Fujimori, sigue defendiendo la impunidad en casos de violaciones de derechos humanos, tal y como lo hizo con la ley de amnistía en 1995.  Pide perdón días después de catalogar el gobierno de Alberto Fujimori como “el mejor de la historia” y de pedir palmas “que se escuchen hasta la DIROES".

Keiko Fujimori pide perdón, yo no le creo.

RoD

Monday, April 25, 2011

Encuesta de Apoyo, a 6 semanas de la 2da vuelta.

La encuesta de Ipsos-Apoyo publicada por el diario El Comercio el día domingo 24 de abril muestra el punto de partida para la 2da vuelta electoral a realizarse el 5 de junio.  En ella se muestra a Ollanta Humala liderando con un 42% y a Keiko Fujimori con un 36%.  Los votos blancos/viciados suman 12%, y un 10% de los encuestados no precisa preferencia electoral.  Quedan 6 semanas para la 2da vuelta, lo cual es una eternidad en tiempo electoral peruano.  A pesar de esto, es importante e interesante analizar los resultados.  La encuesta puede ser encontrada aquí.
Lo primero que es importante mencionar es que la encuesta es un muy buen comienzo para Ollanta Humala: En la 2da vuelta del año 2006, los votos blancos y viciados sumaron aproximadamente 8.5%.   Si consideramos que esa cifra se repetirá (ver siguiente párrafo para este análisis), el candidato que logre el 45.75% de los votos emitidos logrará la presidencia.  Esto significa que, para ganar las elecciones, Humala tendría que proteger su porcentaje actual y subir 3.75%, mientras que Fujimori tendría que proteger su porcentaje y subir 9.75%. 
En el año 2006 observamos un 8.5% de votos blancos y viciados.  La pregunta es si en estas elecciones observaremos una cifra mayor, menor o igual.  Hay 2 situaciones a tener en cuenta: 1) es probable que la elección de este año termine siendo más polarizada que la del 2006, y 2) para un sector importante de la población, ambos candidatos son malos (probablemente un sector más grande que el que estaba descontento tanto con García como con Humala en el 2006).  Estas dos situaciones tienen efectos opuestos en el voto blanco/viciado.  Mientras que la polarización de la elección contribuye a la reducción de este voto, el descontento por ambos candidatos contribuye a su incremento.  Teniendo esto en cuenta, lo más probable es que terminemos viendo una cifra similar a la del 2006.  En el 2001, una elección menos polarizada, los blancos y viciados sumaron casi 14%.
En segundo lugar, es importante mencionar que la distancia entre los dos candidatos se ha reducido en 1.1% en comparación con la 1ra vuelta.  Hay que tener en cuenta que la encuesta de Ipsos-Apoyo incluye “blanco/viciado” y “no opina” como categorías, lo cual significa que la comparación de estas cifras tiene que hacerse con las cifras de votos emitidos de la 1ra vuelta (no la de votos válidos).  En los comicios del 10 de abril, Humala obtuvo 27.803% de votos emitidos, mientras que Fujimori obtuvo 20.656%.  La diferencia era de poco más de 7%, y esta encuesta muestra que la diferencia es de 6%.  Humala ha crecido casi 14.2%, mientras que Fujimori ha crecido 15.3%.  Nuevamente, esta situación debe ser un poco preocupante para Fujimori porque después del reacomodo inicial luego de la 1ra vuelta sólo ha podido acortar la distancia en 1.1%.
Por último, es importante resaltar que Humala (37%) tiene un voto duro (sólo podría perder un 5%) mayor al de Fujimori (30%, podría perder un 6%), y que si sumamos las actitudes negativas frente a las candidaturas veremos que las de Humala suman 45% mientras que las de Fujimori suman 49%. 
Podemos seguir interpretando y jugando con las cifras, pero la verdad es que es muy temprano para que un análisis más profundo tenga sentido.  Por lo pronto, es un buen comienzo para Humala, nada más.

RoD

La campaña de miedo y las elecciones peruanas 2011

Desde hace varias semanas se viene poniendo en práctica en el Perú una campaña de miedo.  El principal objetivo de esta campaña es asustar a los electores para que no voten por Ollanta Humala.  Esta campaña comenzó, solamente, una vez que OH empezó a subir en las encuestas 3 semanas antes de la 1ra vuelta, pues hasta entonces el consenso en la prensa y entre los candidatos que no lideraban (Fujimori, Castañeda y Kuczynski) era que OH se había moderado.  Desde mi punto de vista, la idea era que OH le quitara un poco de votos a Toledo (por ese entonces ubicado en primer lugar) gracias al perfil anti-García que los dos ostentaban.  Quedaba claro que, para la prensa controlada por la derecha, Toledo no era tan malo, pero los otros 3 eran más cómodos.  La estrategia falló porque una vez que OH se convirtió en un candidato viable (ya no un voto perdido), empezó a subir como la espuma hasta llegar al 31.7% que obtuvo en la 1ra vuelta.
Es cuando ya presenciábamos el ascenso de OH que, para la misma prensa de derecha, este candidato volvió a ser el anti-sistema, el radical, el comunista, el chavista, el bolivariano, etc.  Hasta ahora, la campaña de miedo se ha basado en 3 pilares: 1) decir que un eventual gobierno de OH sería muy similar al de Hugo Chávez en Venezuela o Cristina Fernández en Argentina, 2) tergiversar o mentir sobre el plan de gobierno de Gana Perú en temas muy sensibles como el de los ahorros depositados en las AFPs, sobre el cual escribí aquí, y 3) mostrar a Keiko Fujimori como una versión de “fujimorismo soft” (Aldo Mariátegui dixit) que no haría un gobierno para nada similar al de su padre, por lo que es una opción segura o tranquila, a pesar de que esta candidata fujimorista cuenta con la misma gente envuelta en escándalos de corrupción y que defendió las políticas de violaciones de DDHH del régimen fujimorista, dice que continuará la obra de su padre, etc.
Las campañas de miedo son utilizadas frecuentemente en las campañas electorales.  En las elecciones estadounidenses del 2008 el partido republicano aplicó una campaña de miedo en contra del candidato demócrata y ahora presidente, Barack Obama.  Esta campaña se sostuvo en 3 pilares centrales: 1) decir que Obama era un socialista-comunista, 2) decir que Obama era un musulmán, y 3) tergiversar su plan de gobierno para asustar a los votantes; por ejemplo, decir que la propuesta electoral de una opción pública en materia de seguro de salud implicaba la creación de “paneles de la muerte”, un grupo de burócratas gubernamentales que decidirían si una persona debería seguir viviendo o no en caso esté con soporte vital.
Está de más decir que estas 3 afirmaciones eran y son mentira.  Sin embargo, es importante analizar porqué los republicanos decidieron utilizar estos temas.  En el caso del primer pilar, queda claro que los republicanos usaron este sentimiento anti-comunista generalizado en la sociedad estadounidense como consecuencia de la guerra fría.  En el caso del segundo pilar, se quiso utilizar este sentimiento anti-musulmán (completamente injusto, por cierto) que existe en el pueblo estadounidense como consecuencia de los ataques terroristas del 11 de setiembre del 2001 y de las guerras que Estados Unidos ha librado y libra en países donde la religión musulmana tiene una presencia prominente.  El tercer pilar requiere poca explicación, nadie puede estar a favor de que existan estos “paneles de la muerte”.
Esta estrategia del partido republicano sigue trayendo cola.  No sólo tuvo cierto nivel de efectividad en los votantes (a pesar de que al final Barack Obama venció a John McCain en el 2008), sino que parte de la estrategia sigue siendo usada cuando se debaten temas nacionales.  Para tener una idea clara de que estos temas se mantienen vigentes hoy en día (o en el momento de debate de alguna política nacional) basta con hacer una búsqueda en google.  Este, este y este son algunos ejemplos interesantes.
No sabemos si es que esta estrategia de miedo va a surtir efecto en el Perú.  Sabemos que no fue el caso de Estados Unidos y El Salvador en procesos electorales relativamente recientes.  Una diferencia importante con la experiencia vivida en Estados Unidos es que en el Perú la mayor parte de la prensa es parte o está contribuyendo a esta campaña de miedo, y parece que esta situación va a empeorar considerando la decisión del grupo El Comercio de hacer aún más clara su posición anti-humalista y pro-fujimorista al despedir a dos periodistas de Canal N que, al menos, daban algo de cabida a la pluralidad en su trabajo, por no querer seguir una línea pro-fujimorista.  IPYS se ha pronunciado al respecto.  Este tipo de situaciones me hace recordar claramente a lo vivido durante la década de los 90s cuando casi la totalidad de medios de comunicación habían sido comprados por el régimen fujimorista, y la libertad de prensa era un ideal mas no una realidad.  A decir verdad, este tipo de situaciones me hace dudar sobre si en el Perú de hoy existe libertad de prensa.
Volviendo al tema de la campaña de miedo, me parece importante resaltar el efecto nocivo de la misma en la campaña electoral.  Tal y como fue el caso de la campaña estadounidense del 2008, la campaña de miedo aplicada en el Perú distrae a la población y evita que se discutan temas que sí deben ser discutidos en una campaña electoral.  Por ejemplo, al centrar el debate en si Humala va a tomar o no los ahorros depositados en las AFPs para financiar el sistema público de pensiones (que queda claro que no es el caso), se deja de debatir los efectos del programa Pensión 65 en la economía nacional (capacidad de gasto y ahorro de los trabajadores, capacidad de gasto de los jubilados, derechos laborales, etc).  Desde mi punto de vista, los efectos de pensión 65 serían positivos por, entre otras razones, lo vivido en otros países como Estados Unidos donde sistemas similares se han aplicado, pero reconozco que es un tema que debe ser debatido, a nivel nacional.  O, por ejemplo, los efectos de la política laboral propuesta en el plan de gobierno de Fujimori, que considero nociva para el país.  Estos temas pasan a un segundo plano, o simplemente son ignorados, y eso es algo preocupante.

RoD