Un amigo cercano me comentaba sus preocupaciones por Ollanta Humala como consecuencia de la entrevista de Rosa María Palacios a Álvaro Vargas Llosa, que por cierto todos debemos ver, puede ser encontrada aquí. La pregunta me pareció muy interesante. Este amigo me decía:
"Pero, me parece sospechoso, por decirlo de una manera, que una persona que ha sostenido una ideología por tanto tiempo, cambie justo a puertas de las elecciones. Y justamente este es mi temor, que Ollanta haga lo que tenga que hacer para llegar al poder y luego hacer lo que realmente pensaba en su inicio. Por otro lado, esta evolución que ha tenido (como han denominado su cambio radical) ¿no traiciona los principios por los que votaron sus seguidores? Quiero decir, así como este cambio le pueda agradar a mucha gente, también le puede desagradar a otra gente. En este sentido habría que preocuparse por que todos se enteren del cambio que ha dado, no sólo los no seguidores sino también sus simpatizantes."
Aquí mi respuesta:
A ver, la pregunta que haces es bastante complicada. Lo primero que te diría es que Humala no ha cambiado su ideología: su ideología siempre ha sido que en un país como el Perú, el crecimiento económico tiene que ir de la mano con políticas estatales que aseguren que ese crecimiento se transforme en desarrollo económico para todos. Esta ideología la comparten muchos peruanos, la mayoría diría yo. Definitivamente esta idea la comparten los que votaron por él en la primera vuelta, así que la expresión actual de esta ideología no causa conflicto con ella.
Ahora, esta ideología se ha expresado de distintas maneras. En el 2006 esta expresión fue bastante radical, casi casi puede ser catalogada de socialismo extremo con tintes autoritarios. Por eso es que muchos nos opusimos a Humala en las elecciones pasadas, así como lo hizo AVLL y otros. Se votó por Alan García (¿te acuerdas de Cambio Radical vs Cambio Responsable?), que sí proponía un gobierno con inclusión social y desarrollo económico, pero lo que nos dio al final (al no cumplir su plan de gobierno) fue más de lo mismo y un nivel de corrupción sólo comparable con el fujimorista. Y por eso hoy los problemas causados por la desigualdad continúan empeorando, así como las tensiones sociales (ver Bagua, Tía María y lo que pasa ahora en Puno).
Para estas elecciones su plan de gobierno es mucho más moderado. Este plan más moderado es producto de la experiencia de Humala y su partido en los últimos 5 años. En estos 5 años el nacionalismo se ha comportado como una fuerza democrática, por ejemplo, defendiendo medios que eran atacados por el actual gobierno. Esta moderación también se puede ver con la gente que incluyó en su lista parlamentaria: Jaime Delgado, Omar Chehade, Rosa Mavila, etc. Hildebrandt explicó el plan de gobierno nacionalista de una manera muy interesante y precisa: “su plan de gobierno es: vamos a cambiar algunas cosas para no tener que cambiar todo”. Ese “cambiar todo” va precisamente al riesgo de que si no se trata el problema de la inclusión social en el Perú, entonces estamos viviendo en una bomba de tiempo que ya explotó una vez con SL.
Ahora, yo creo que lo que se vio en el Compromiso con el Perú fue algo meramente electoral. Cada uno de los puntos de ese Compromiso han servido sólo para que los puntos de su plan de gobierno que los rivales políticos interpretaban muy antojadizamente como chavistas, queden neutralizados. Sin embargo, el contenido del Compromiso yo ya lo veía implícito en su plan de gobierno.
La hoja de ruta aparece como consecuencia de la inclusión de nuevos técnicos y políticos al proyecto nacionalista. ¿Por qué se unieron? Porque simplemente se vio al nacionalismo como una fuerza democrática dispuesta a hacer política de la buena (la de consensos y la que produce) enfrentándose a una organización que representa la corrupción, las violaciones de DDHH, la destrucción de los derechos laborales, el autoritarismo, etc. Ojo que Humala hubiera podido simplemente aceptar la incorporación, tomarse un par de fotos, beneficiarse políticamente y listo. Pero a estas personas se les ha incluido como participantes activos en la campaña.
Es este proceso del que AVLL habla. ¿Es posible ver tal transformación real en una persona? Sí, ya lo vimos en Rousseff y Mujica. ¿Se ha visto que un consenso de este tipo ha funcionado? Sí, en Brasil con Lula y en Chile con la Concertación. Pero lo más importante es que al frente tenemos todo lo que la gente que le tiene miedo a Humala teme: una organización corrupta que controló los medios, cambió la constitución para re-reelegirse, controló los 3 poderes del estado mediante la compra de sus miembros, oprimió la protesta social, etc. Keiko Fujimori fue y es parte activa de esta organización, así como lo fueron y son todos los de su entorno. Entonces, para mí, las opciones están claras. Humala es la opción democrática de consenso, Fujimori representa la corrupción y la dictadura.
RoD