Conversando con un amigo y maestro, me comentaba que estaba preocupado por esta propuesta de Ollanta Humala relacionada al financiamiento del programa Pensión 65. Según habían mencionado algunos medios, OH proponía tomar los fondos privados de las AFPs para financiar un sistema público. Pero esto no es cierto. Ni el plan de gobierno de Gana Perú ni las propias declaraciones de OH y sus voceros hacen mención alguna a los fondos de las AFPs. La propuesta es de financiar este programa mediante una reforma tributaria que incrementaría los ingresos del estado provenientes del sector minero e impuestos salariales, así como una reducción de los gastos relacionados a burocracia estatal. OH no propone tocar los ahorros depositados en las AFPs.
En la edición del programa “Prensa Libre” del 18 de abril (ayer) del presente, el equipo del programa, liderado por Rosa María Palacios, argumenta que el plan de gobierno de Gana Perú dice que se va a tomar parte de los aportes dados a las AFPs para financiar un sistema de pensiones público. Para sustentar este punto se entrevista al economista Eduardo Moron sobre el tema. Hace unos días Aldo Mariátegui, director del diario “Correo”, le dedicó un editorial al tema, alarmando a la población de la misma manera que el programa “Prensa Libre” el día de ayer. Rafael Rey habría hecho lo mismo esta mañana calificando la supuesta propuesta como un “robo” al ahorrista peruano. Queda claro que ninguna de estas personas habría leído con detenimiento el plan de gobierno de Gana Perú, ni habría tenido en cuenta las experiencias vividas en países del primer mundo como Estados Unidos de América (EEUU) en materia de seguridad social. Revisemos entonces lo que dice el plan de gobierno de Gana Perú sobre el tema. El plan puede ser bajado de internet aquí. Página 173 del plan de gobierno de Gana Perú:
c) Medidas y acciones inmediatas
· Implementación de un régimen de pensiones sustentado en dos sistemas.
1. Un primer sistema público que garantiza pensiones de jubilación para todos y que contiene dos componentes:
§ El contributivo-obligatorio (base del sistema) que garantice un nivel de pensión de acuerdo tanto a la edad como la número de cuotas aportadas al régimen. La afiliación en el régimen contributivo será obligatoria para todos los trabajadores activos, tanto asalariados como independientes cuya aportación estará en función de sus salarios o ingresos.
§ El segundo, no contributivo, que ofrece una pensión básica para todos los adultos mayores de 65 años sin importar su historia de afiliación a algún sistema de pensiones. Esta opción será financiada básicamente por impuestos y por una porción de los fondos aportados por los trabajadores.
2. Un segundo sistema privado, que sirva de complemento al primero. Este pilar es voluntario y está basado en cuentas individuales para trabajadores asalariados e independientes. Los aportes se determinan en función del nivel de ingresos que excede al tope establecido para determinar las contribuciones al sistema público. Adicionalmente a la pensión del pilar público, cada contribuyente recibe una pensión en función de lo aportado y el rendimiento del fondo escogido.
Al parecer, la propuesta de Gana Perú se asemeja mucho al sistema de seguridad social puesto en práctica en EEUU. Cuando uno recibe un cheque por concepto de salarios en EEUU, se puede observar cuánto es lo que el Estado ha descontado para financiar el seguro social. Este descuento es determinado de acuerdo al ingreso del trabajador (los que ganan más contribuyen más, los que ganan menos contribuyen menos), pero no puede exceder $11,000 anualmente, de los cuales el empleado paga $6,600 mientras que el empleador contribuye los $4,400 restantes. También se puede observar cuánto es lo que se ha descontado por concepto de contribución al llamado “401K”, que es la parte privada y optativa del sistema. El trabajador puede optar por destinar hasta un 15% de su sueldo, libre de impuestos, a esta cuenta. En ambos casos el trabajador recibe estados de cuenta periódicos en los cuales se indica de cuánto sería la pensión al llegar a la edad de jubilación.
Este sistema en EEUU es uno de los pocos sistemas públicos que opera en cifras azules, es decir, lo que se aporta al sistema público anualmente es mayor a lo que se le da a los jubilados (en EEUU la edad de jubilación es 62 años). Este programa fue una de las políticas públicas instauradas por Franklin D. Roosevelt como parte del “New Deal”. Cabe resaltar que este programa ha aliviado gran parte de la pobreza en los ciudadanos de la 3ra edad en EEUU, ha aliviado la carga de los trabajadores que no tienen que mantener a sus padres y que, por tanto, pueden utilizar sus ingresos y mantener el dinamismo de la economía estadounidense, y ha servido como un salvavidas ante crisis económicas vividas en EEUU como la del 2008, en la cual los ahorros del sistema privado (401K) fueron diezmados, causando que mucha gente perdiera casi todos sus ahorros en el sistema privado. Si no hubiera existido el sistema público, no habrían tenido ningún respaldo.
El debate sobre el tema en EEUU gira en torno al futuro del programa. Sucede que la población estadounidense está envejeciendo, y algunos estudios señalan que, por tanto, es un sistema que debe reformarse pues esas cifras en azul pueden pintarse de rojo en el futuro. Esto empezaría a ocurrir en el 2014 porque, al tener una población mayor en edad, el número de beneficiarios (jubilados) aumentaría y el número de contribuyentes (trabajadores) disminuiría. Sin embargo, como el programa ha estado funcionando en azul por más de 50 años, no sería hasta, aproximadamente, el 2037 que, de no reformarse, el sistema empezaría a contribuir al déficit fiscal, y sólo podría cumplir con el 75% de sus obligaciones hasta el 2084.
Una incógnita válida es si este sistema podría ser viable en un país plagado de corrupción como el nuestro. Durante la década del Fujimorismo muchos altos funcionarios de nuestras Fuerzas Armadas desfalcaron la Caja de Pensiones Militar Policial, por lo cual muchos ahora purgan cárcel. Sin embargo, a diferencia del entorno Fujimorista, el candidato OH no parece sembrar dudas en cuanto al tema de corrupción
Los cuestionamientos al financiamiento del programa de pensiones propuesto por Gana Perú vistos en los últimos días se centran en el párrafo relacionado a Pensión 65. El plan dice: “Esta opción será financiada básicamente por impuestos y por una porción de los fondos aportados por los trabajadores.” En declaraciones publicadas por el diario “El Comercio” el 8 de febrero del presente, que se pueden encontrar aquí, OH explicó un poco más los orígenes del financiamiento, afirmando que el costo de implementación de esta pensión ascendería a 5 mil millones de soles por año, “que se pueden sacar a través de una reforma tributaria y de gastar menos en burocracia”. En ese sentido se refirió a la necesidad de instaurar un impuesto a las sobreganancias mineras. Entendemos entonces que los orígenes del financiamiento son: 1) reforma tributaria, con un énfasis en los recursos sacados de las sobregancias mineras, 2) contribuciones hechas por los trabajadores (de manera similar a como el sistema de seguro social es financiado en EEUU), y 3) incremento de la eficiencia en el manejo de la burocracia estatal. En ningún momento se ha hablado de tocar el dinero de las AFPs. Lo que es más importante, esta propuesta pondría al Perú en sintonía con los sistemas de seguro social utilizados en países del primer mundo, incluido EEUU, que han sido efectivos y sostenibles hasta hoy en día. En conclusión, los cuestionamientos hechos en este tema a Gana Perú responden a fines electorales, utilizando un tema muy delicado como lo es los ahorros de vida de un ciudadano para generar miedo y orientar el voto en cierta dirección.
RoD